Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal, y el general Ricardo Trevilla Trejo, secretario de la Defensa Nacional, visitarán Morelia y Uruapan la próxima semana, informó el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla.
El mandatario estatal señaló que estas visitas tienen el propósito de fortalecer la estrategia nacional en el eje de seguridad del Plan Michoacán por la Paz y la Justicia que anunció la presidenta de la República Claudia Sheinbaum Pardo.
Como parte de esta estrategia integral de coordinación y atención a la entidad, esta semana el gabinete federal ha sostenido diversas reuniones con autoridades estatales y municipales, con distintos sectores como el social, político y económico para escuchar las necesidades y construir una propuesta conjunta.
“Sufrimos con la gente de Michoacán”: Héctor Mario Pérez Villareal, secretario CEM
El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Héctor Mario Pérez Villarreal, aseguró que en la iglesia católica en Michoacán sufre con la gente la ola de violencia que lo aqueja desde hace ya varios años.
Tras el asesinato de el presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido el 1 de noviembre pasado, las autoridades solicitaron la cooperación de los líderes religiosos católicos para reforzar los trabajos por la paz en Michoacán.
“Nos dio gusto ser escuchados, creo que los obispos de Michoacán fueron bastantes claro expresar lo que el pueblo está viviendo, y también en ofrecer su colaboración de cualquier construcción de paz que incluya, no creemos que incluye las cuestiones materiales, más importantes, sobre todos los valores y el ambiente de confianza Que se tiene que recuperar y respeto a la dignidad humana y de confianza” Héctor Mario Pérez Villareal
Entrevista para MILENIO, el también obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México detalló que la iglesia católica en Michoacán sufre los estragos de la violencia junto con su población, tanto laicos como feligreses, pues los 600 sacerdotes más religiosas y diáconos tienen que trasladarse con todos los peligros que conlleva de parroquia en parroquia para ofrecer los servicios religiosos.
“La iglesia católica es parte de la experiencia michoacana, no es un añadido, no es una apéndice, caminamos con la gente, sufrimos lo que la gente sufre el día de hoy, celebramos tanto sus fiestas, sus bautismos, como sus funerales también y nos duele porque somos una iglesia empática que hemos caminado con ellos”.
Pérez Villarreal detalló que la iglesia católica tiene varios años trabajando en la reconstrucción del tejido social “en círculos de reconciliación y paz en mesas de diálogo, mesas de justicia y paz que también han servido en la 'tierra caliente'”, sin embargo, señaló que, a pesar de los trabajos que han hecho con los jóvenes, aún falta mucho por hacer, como recuperar los valores, “la ilusión del corazón del joven, que no se ilusione por ser un miembro del crimen organizado, más bien se ilusione por salir adelante”.
Ante las marchas por la paz que han realizado los habitantes de Michoacán, el secretario de la conferencia de Episcopado Mexicano señaló que el enojo es real y justificado, el sentimiento de orfandad que pueden experimentar los michoacanos, tienen fundamentos, “hemos levantado la voz por ellos, y ellos mismos lo están levantando” aseguro que se sigue trabajando por la paz en esa entidad, desde esa trinchera, que es acompañar a los fieles católicos.
EHR