El estado de Sinaloa es testigo de una intensa ola de violencia en los últimos días, marcada por enfrentamientos armados, quema de vehículos y atentados. Estos hechos, de acuerdo con las autoridades, no son un fenómeno nuevo en la región.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, declaró que la situación que se vive actualmente en el estado, producto de la guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa —principalmente Los Chapitos y Los Mayos—, no es tema nuevo.
Rocha Moya reconoció que, si bien no puede afirmar si lo peor de la violencia ya pasó, las autoridades implementaron una serie de operativos que lograron la detención de personas vinculadas a los recientes incidentes de violencia.
“Este hecho en Sinaloa no es inédito, estos hechos han ocurrido en otro momento cuando se han confrontado los grupos, y hoy el ejemplo principal es que hay decomisos, bastantes decomisos, detenciones, aseguramientos de vehículos etc,. Entonces eso habla justamente de que el operativo que tenemos implementado está funcionando y son realmente decomisos importantes”, comentó.
Agregó que, aunque el operativo está en marcha y dio resultados, no sabe cuándo terminará el conflicto entre las dos facciones criminales.
“No sabemos, nosotros quisiéramos que termine lo más pronto posible y hacemos lo que nos corresponde”, aseguró.
Las autoridades están evaluando la posibilidad de brindar apoyos económicos a las personas que fueron víctimas del robo de vehículos durante los enfrentamientos.
Rocha Moya hizo un llamado a los afectados para que presenten su denuncia ante la Fiscalía General del Estado, destacando que ya se han recibido al menos 32 denuncias por despojo de vehículos.
“Eso tiene todo un proceso, tú no puedes entregar apoyos si no está debidamente documentados, tenemos hasta el momento 32 denuncias ante la Fiscalía”, comentó.
Bloqueos y ataques armados en Sinaloa
Entre los incidentes más graves que se registraron durante los últimos cinco días de violencia, destaca un ataque dirigido a elementos del Ejército en la zona sur de Culiacán, la capital del estado.
Además, hubo múltiples bloqueos en carreteras, como la Durango-Mazatlán, donde las autoridades federales desplegaron fuerzas para restablecer el orden.
La violencia se extendió a otras partes del estado y dejó un saldo oficial de 15 personas muertas entre el 9 y el 13 de septiembre.
El gobierno también reportó un aumento en los delitos de alto impacto durante este periodo.
Además de los 15 homicidios, se contabilizaron ocho denuncias por robo de vehículos y 20 casos de privación ilegal de la libertad.
Consecuencias económicas y sociales
La escalada de violencia tuvo efectos devastadores en la vida económica y social de Sinaloa, particularmente en la ciudad de Culiacán, donde el cierre de negocios y la suspensión de actividades comerciales durante varios días generaron pérdidas económicas considerables.
Las estimaciones iniciales indican que las pérdidas ascienden a más de 800 millones de pesos, afectando principalmente a pequeños y medianos comercios.
A raíz de estos eventos, el gobierno de Estados Unidos emitió una alerta de viaje que clasifica a Sinaloa como una zona de riesgo de Nivel 4, la advertencia más alta dentro de su sistema de alertas, lo que implica la recomendación de evitar cualquier tipo de viaje a la región.
Esta alerta es un golpe adicional para la economía local, que depende en gran medida del turismo, especialmente en ciudades como Mazatlán.
Suspensión de festividades patrias
Los efectos de la violencia no solo se repercutieron en la economía y la seguridad, sino también en la vida cultural del estado.
Varias localidades de Sinaloa decidieron cancelar los eventos relacionados con las fiestas patrias, incluyendo el tradicional Grito de Independencia, que se llevaría a cabo el 15 de septiembre.
En Mazatlán, sin embargo, el alcalde Édgar González aseguró que las condiciones de seguridad en el puerto permiten llevar a cabo las festividades de manera normal.
En contraste, en municipios como Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio, la situación de violencia obligó a las autoridades a suspender los eventos por razones de seguridad.
MO