El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, instó a no politizar el tema de seguridad e indicó que, ante el golpeteo político, está sereno.
Reveló que se reunió con el arzobispo de Morelia y los obispos de Zamora y Apatzingán para sumar esfuerzos en el fortalecimiento del tejido social.
Remarcó que, en materia de seguridad, se han reducido 520 homicidios con relación al primer semestre del año pasado y que las denuncias contra las extorsiones han aumentado exponencialmente.
Antes, en un video, admitió que el crimen organizado trata de desestabilizar el estado, pero que recuperará la paz y acabará con la impunidad.
Michoacán vivió el fin de semana una ola de violencia que dejó dos muertos, cinco policía heridos, seis detenidos, quema de tiendas Oxxo, bloqueos e incendio de vehículos.
En ese marco, el mandatario estatal precisó que mil 500 soldados y guardias nacionales se encuentran en los municipios de conflicto para reforzar la seguridad pública.
Luego de la violencia registrada en las regiones de Tierra Caliente y de Uruapan, Alfredo Ramírez ordenó multiplicar los elementos de seguridad e, incluso, el mandatario estatal instruyó que el ciclo escolar iniciara a pesar de la violencia.
En la Casa Michoacán, Ramírez Bedolla consideró que los ataques del crimen son porque en el estado hay cero impunidad a los grupos delictivos.
Ante representantes de medios de comunicación, el gobernador puntualizó que en el estado se recuperará la seguridad y tranquilidad de las michoacanas y michoacanos.
ST