Grupos étnicos de Durango: resistencia que trasciende la historia

En la entidad existen 100 sitios prehispánicos de las 18 tribus que hubo, sin embargo, no se encuentran en buenas condiciones.

Aseguran que en sus comunidades hay sectores que carecen de servicios públicos. (Jorge Maldonado)
Gilberto Lastra
Durango. /

Durango es una zona donde las etnias originarias han resisto los embates tanto de los españoles durante la época de la conquista, como hasta la actualidad, aunque algunas ya se encuentran extintas como los xíximes o los acaxes.

Rogelio Vázquez, en un hombre de historia en Durango, y habla que la zona norte de México se formó una serie de tribus muy distinta a las de Mesoamérica. La pirámide que se encuentra cercana al poblado La Ferrería, es incluso distintas a los centro y sur mexicano.

Y es que, según las versiones del entrevistado, la migración de lo que hoy es Asia durante la época de la glaciación se diversificaron en América del Norte. La estimación es que se tiene en tiempo de 3 mil años, es que las primeras poblaciones en el territorio hoy duranguense: tobosos, xíximes, acaxes, comanches, concheros, y entre ellos los chalchihuitas, que son los que heredan las ruinas más cuidadas hasta el momento. En la entidad existen 100 sitios prehispánicos de las 18 tribus que hubo, sin embargo, no se encuentran en buenas condiciones.

Una de las características de las civilizaciones originarias, era su belicosidad, de ahí que hayan sido exterminados algunas, conforme las expediciones españolas avanzaron norte de lo que fue la Nueva Vizcaya, una de las provincias más basta del tiempo de la época conocida como la Conquista.

Para el también guía de turistas, el Valle del Guadiana fue el primer asentamiento para diversas poblaciones indígenas, pero en el avance los españoles tras la caída de Tenochtitlán, los enfrentamientos armados se dieron hasta la desaparición de los pueblos originarios, mientras  que otras emigraron.

Los vestigios de los chalchihuitas son los más conservados, por eso se conoce a detalle rasgo de su civilización, que no solamente se encuentra en Durango, sino también en Zacatecas. Para mediados de 1350 emigran al norte dos siglo antes de la Fundación de Durango en 1563. Y se fusionan con los Yaquis, y de esas líneas hereditarias se formaron lo que se conoce como los tepehuanos.

Hasta hoy se defienden

La etnia mayoritaria en Durango son los tepehuanos, pero también hay tarahumaras, mexicaneros, coras y los huicholes, enumeró.

Vázquez habló que es necesario el replantear la visión de las culturas originarias en México porque se han dejado de lado a las civilizaciones norteñas que han jugado un papel importante en la historia mexicana y ejemplificó que el primer acontecimiento que vislumbro el movimiento de Independencia fue de 1616 a 1620 con dos tepehuanos que lideran: Mariano y Gregorio, conocido como el Mesiánico Gogogito.

“El hecho de plantearnos de cierta manera, mirar hacia las culturas del norte, son tan interesantes e importantes como las del centro y sur, porque desde pequeños nos han hecho memorizar las culturas madre: la azteca, tolteca, tlaxcalteca, otomíes, tarascos, zapotecos, purépechas, maya; pero acá en el norte, precisamente por esa migración que hay hacia el norte; algunas desaparecen; otras que se quedan en la raya peleando que sin extinguidas como los xíximes”.

Explicó que la permanencia de las etnias, es que al replegarse a la Sierra Madre Occidental, las cúspides no solamente formaron parte de su culto, pero además, ayudaban a la estrategia de defensa armada, porque podían visualizar el territorio.

“Son las montañas, las quebradas las que les van dando ese refugio, que también son zonas muy inhóspitas, en su momento de las pirámides, en su momento de la pirámide de la zona arqueológica, las zonas altas, que además de su cosmogonía, eran un sistema de defensa. En el momento de estar en las montañas sabía quién estaba en territorio, pero quien sabe si salía”, dijo.

Vázquez explicó que el contexto de las primeras civilizaciones, por el peso en la historia nacional, y en el caso de los grupos en Durango jugaron papeles preponderantes en el movimiento independentista.

“Se siguen defendiendo, a final de cuentas, vaya, desgraciadamente la globalización y la falta de conocimiento de los mestizos, civilizados, por eso vuelvo a comentar que hay que replantear la historia para poder conocer nuestro pasado y respetarlo. Y hacer valer a las etnias indígenas”.

La modernidad se las lleva

Es común ver en la ciudad de Durango, a los indígenas que deben bajar desde la sierra para realizar trámites, e ir al banco. Todos con sus trajes tradicionales, pero según el entrevistado, poco a poco se va perdiendo la esencia de las civilizaciones porque no se han valorado para que se respeten los usos y costumbres.

“Al momento de venir a la ciudad de sienten discriminados. Se sienten relegados, y cuál es la manera de asumirse en un espacio donde vienen por economía, por vivienda, por estabilidad van dejando sus atavíos, su manera donde está plasmada su cosmogonía”.

EGO

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