A pedradas, expulsan a policías y militares de comunidad de Xalpatlahuac, Guerrero

Representantes de la Policía Comunitaria denuncian que se vulneraron las instalaciones del ayuntamiento y el auditorio municipal.

Representantes de la Policía Comunitaria. (Rogelio Agustín)
Rogelio Agustín Esteban
Guerrero /

Representantes de la Policía Comunitaria de Xalpatlahuac justificaron la expulsión a pedradas de la Policía del estado de Guerrero, elementos del Ejército y de la Guardia Nacional, al señalar que durante su permanencia en la localidad amedrentaron a la población, irrumpieron en oficinas, golpearon a mujeres, incluso intentaron llevarse a un menor de edad.

Nicolás Villarreal Dircio, sobre quien recae el nombramiento de Tlayakanky, señaló que en ese municipio, dicha figura “está por encima de la presidencia municipal, porque es nombrada directamente en la asamblea del pueblo”.

Explicó que el significado de Tlakanky es el de “Hombre que guía su pueblo”, por lo que ante la irrupción de las corporaciones del Estado y la Federación, tenía que reaccionar de manera adecuada.

Explicó que el jueves 23 de marzo, ninguna autoridad les avisó que al lugar ingresarían personal de la Policía, Guardia Nacional y en menor medida del Ejército. 

Sin embargo, desde las 06:00 horas del jueves, las fuerzas policíacas y militares llegaron a la comunidad y tomaron la oficina del Tlayakanky, lo que fue visto como un agravio.

“Ellos humillaron al pueblo, por eso la gente se molestó; el Tlayakanky es más, está antes que el presidente municipal, así nos hemos regido desde hace varios años”, dijo Villarreal Dircio, en una transmisión hecha a través de la página del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan.

Indicó que cuando se despertó, se percató de que afuera de su casa estaban ubicadas cuatro patrullas de la Policía del estado, “media hora después, me dicen de Gobernación que tenían que hablar conmigo”.

Sin precisar si se refiere a gobernación municipal o del estado, el Tlayakanky refiere: “Les dije que hablaríamos después del almuerzo, porque yo no soy funcionario como para atenderlos de madrugada y aceptaron que nos viéramos a las 11 del día”.

Para entonces, refirió que ya se había vandalizado las oficinas del ayuntamiento y del Tlayakanky, además del Auditorio Municipal.

Respecto a la detención del director del DIF Municipal, Jorge Pardo, negó que se le haya detenido por repartir despensas entre personas de bajos recursos, lo que pasó, de acuerdo con el representante comunal, es que al verlos, varias personas que lo acusan de haberlos defraudado aprovecharon para solicitar que se procediera en su contra.

“Hay un señor al que le ofreció actualizar su acta de nacimiento a cambio de 3 mil 500 pesos, aceptó el dinero pero nunca hizo nada, en otro caso lo señalan de ofrecer el arreglo de un acta de defunción y la cosa está igual”, apuntó.

Pese a los señalamientos, el funcionario fue liberado la noche del miercoles en Tlapa, al ser cuestionado por un mando de la Policía del Estado, dijo que no había sido golpeado ni objeto de malos tratos.

Respecto a la forma en que se procedió la tarde del jueves, dijo que también se reportaron casas cateadas, por eso se convocó a una asamblea, se expuso lo sucedido y se procedió a la expulsión de las corporaciones.

Indicaron que hay malestar entre las familias de la cabecera municipal, pues las actividades en las escuelas se suspendieron, porque los maestros temieron que se generaran enfrentamientos y que los alumnos se quedaran en medio.

La señora Juan Martínez Ruiz dijo que ella fue objeto de empujones y de golpes, además de que los policías intentaron llevarse a su hijo de 14 años.

“Yo me aferré a mi hijo para evitar que se lo llevaran, el está muy lastimado, al ver que no lo conseguían, nos dijeron que cuando nos vean en Tlapa nos van a detener”, aseguró.

Guadalupe Vela es otra de las mujeres que explica la razón por la que se colocaron al frente del contingente que expulsó a los policías y militares. 

“Nos colocamos al frente para evitar que hubiera un enfrentamiento, pero los estatales comenzaron a cortar cartucho y nos amenazaron, por eso los señores nos defendieron”.

El Tlayakanky sostuvo que en Xalpatlahuac están dispuestos a dialogar, pero hacen responsable de lo que suceda a la alcaldesa Selene Sotelo Maldonado, porque sostiene que ella ha optado por buscar una salida con el uso de la fuerza publica, como parecía ocurrir el pasado jueves.

ledz

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