Armados y dispuestos a todo, habitantes de Alcozacán y Ayahualtempa, del municipio de Chilapa, Guerrero, cerraron el acceso hacia 36 de 148 comunidades, para evitar la inseguridad en la región y que haya algún enfrentamiento con grupos del crimen organizado que buscan desplazarlos.
Con pasamontañas, rifles de largo alcance y huaraches, los policías comunitarios denuncian que han solicitado al gobierno federal, estatal y municipal, que los apoye con elementos para evitar que los “sigan matando”.
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El comisario Adán, integrante del Concejo Indígena y Popular de Guerrero (CIPOG), contó que en enero fueron masacrados 10 músicos de su comunidad, presuntamente a manos de criminales conocidos como Los Ardillos, quienes se han establecido en Ayahualulco, una de las comunidad vecinas.
“Desde aquí se ven, ahí donde está la niebla está el grupo paramilitar. A cada rato, bueno ahorita ya llevamos como cuatro meses que ni un trancazo hemos recibido, en abril me parece fue la última balacera que tuvimos con ellos porque quieren avanzar y venir matando gente inocente y eso no se los vamos a permitir”, dijo a MILENIO uno de los comunitarios que vigila el primer filtro en contra del CIPOG.
En medio de la lluvia, los guardias del bloqueo en la entrada de la zona de la Montaña de Guerrero, se observan tensos. Algunos sonríen, otros miran fijamente con el rostro adusto, pero el temor es evidente.
Desde arriba, entre los árboles, los impermeables improvisados hacen visibles a los vigías que están atentos a cualquier movimiento.
“Estamos pidiendo al gobierno que nos apoye con la seguridad para que instale la Guardia Nacional sobre todo la estatal, sabemos que no hay confianza, pero en eso estamos insistiendo, por eso hemos bloqueado a ver si así nos haga su caso porque la verdad es que estamos perdiendo a nuestros compañeros, los han matado, los han asesinado.
“Aquí en la comunidad Alcozacán hemos perdido nuestros compañeros, los músicos que fueron que cruzaron al territorio de los ardillos y ya no regresaron con vida desgraciadamente. Ese es el dolor, es el temor, el miedo que tenemos ahora, es momento de pedirle al gobierno que nos apoye que nos mande la seguridad, esa es la necesidad que tenemos, por eso hemos decidido bloquear el paso para que el gobierno levante los ojos y nos mire porque no nos toman en cuenta la verdad”, comentó Adán
-¿Hay algún riesgo de enfrentamiento?
“Sí, ese es el miedo que tenemos porque si se enfrentan vamos a perder muchos de nuestros compañeros, peor es porque los niños se atraviesan, eso es lo que nos preocupa más”, respondió.
-¿Están dispuestos a todo entonces para mantener la seguridad en sus comunidades?
“Claro que sí, por defender a nuestra familia de nuestros comunidades para que ellos no entran y nos pisen vamos a luchar, preferimos luchar con ellos para defendernos”, afirmó.
La CIPOG emitió un pronunciamiento, que a nuestra llegada, Felipe, uno de los guardias comunitarios más joven da lectura. Señala que el conflicto ha escalado por temas políticos y el presunto vinculo de líderes religiosos con grupos criminales.
“Mantenemos tomada la carretera Chilapa-Chilpancingo, vemos con preocupación como el grupo criminal de Los Ardillos están abriendo varios frentes, que anuncian más muertes.
"El triunfo de Morena deja claro que el obispo Salvador Rangel y el sacerdote Filiberto Velázquez están negociando con los grupos narco paramilitares, a quienes les estorbamos para apropiarse del territorio así como para controlar a las comunidades que hoy forman parte de nuestra organización”, mencionó.
Advirtieron que el bloqueo continuará hasta que tengan la atención de las autoridades.
FLC