No todos los pueblos de Guerrero afectados por la violencia capacitan a sus niños en el uso de las armas para defender a sus familias, hay quienes optan por la distribución de libros y la difusión de la música como una forma de sembrar los valores.
El sábado, los habitantes de San Jerónimo Palantla, municipio de Chilapa de Álvarez, conmemoraron cinco años de una agresión armada en la que murieron cuatro hombres y una mujer embarazada.
Como responsables de la agresión ellos señalan a los policías comunitarios de la fracción Pueblos Fundadores (PF), los mismos que el 22 de enero presentaron a 19 niños que diariamente reciben capacitación en el uso de las armas de fuego para que defiendan a su comunidad del grupo criminal Los Ardillos.
En San Jerónimo Palantla se concentraron los sobrevivientes de la agresión armada, en la explanada de la comisaría, las viudas y huérfanos de los caídos ratificaron su reclamo de justicia.
Al final de la ceremonia, el comisario Santos Joaquín Trinidad solicitó a los niños presentes que se formaran frente al altar que se levantó para recordar a las víctimas de la masacre; poco a poco, los niños avanzaron conforme se les llamó, y al estar todos al frente, se les entregaron libros a cada uno.
Clemencia Guevara Tejedor, dirigente del Frente Popular Francisco Villa, organización que tiene presencia en San Jerónimo Palantla, explicó que los libros entregados a los niños son producto de una donación hecha por estudiantes de la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), el académico Teodoro Gallegos y la periodista Alina Navarrete Fernández.
“En lugar de armas, estamos entregando libros a los niños de esta comunidad para sembrar conocimiento, si logramos impulsar la inquietud de la superación, podremos en el futuro tener profesionistas; enfermeros, profesores, ingenieros, esa es la herramienta que tienen que utilizar el gobierno estatal y federal”, dijo.
Rodolfo Colorado Ahuixteco, otro activista del FPFV, añadió que San Jerónimo Palantla se ubica a escasos veinte minutos de Alcozacán, uno de los principales puntos de control de la Comunitaria Pueblos Fundadores, pero estableció claramente: “Nosotros no inducimos al uso de las armas por parte de los niños”.
“Lo que nosotros queremos inducirles, es el gusto por la cultura y la literatura, para que ellos aprendan y se desarrollen en todos los ámbitos”, añadió.“Esos de pueblos fundadores se escucha bonito que digan que están operando, que están cuidando a los pueblos indígenas, pero en realidad nos están chingando a nuestra gente, perjudican a nuestras comunidades”, sostuvo Antonio Bolaños Calvario, el coordinador de la Policía de San Jerónimo,
Impulsan orquesta infantil en Cocula
En Cocula, municipio ubicado en la región Norte de Guerrero donde
está el tiradero de basura en el que según el ex procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, fueron incinerados los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, se impulsa una orquesta infantil que apenas hoy se conformó.
En Cocula, municipio ubicado en la región Norte de Guerrero donde está el tiradero de basura en el que según el ex procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, fueron incinerados los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, se impulsa una orquesta infantil que apenas hoy se conformó.
Desde hace dos años, el Centro Cultural Virginia Navarro promueve la integración de una orquesta infantil, que hasta hoy logró conformarse.
Grettel Serrano Crespo, promotora cultural, explica que partir del esfuerzo de 25 niños interesados en la música, quienes lograron el respaldo de sus padres, se consiguió dar forma a la orquesta infantil Tecuani.
Dicha orquesta se integra por 14 violines, cuatro guitarras y seis panderos, en la que colaboran niños de 4 a 12 años de edad.
La orquesta cuenta con un espacio para sus ensayos, cuya renta es pagada por la cooperación de los papás, lugar en el que la promotora Serrano Crespo busca que se puedan impulsar también talleres de pintura, teatro y danza folclórica.
RLO