Los habitantes del ejido de Bomintzhá de Tula, en Allende Hidalgo, acusaron que la cooperativa Bomintzhá S.C.L, dedicada a la comercialización de materiales e insumos para el sector industrial y de construcción, se ha aprovechado de ellos para robar parte de su territorio por más de 40 años y busca imponer al Sindicato de la Industria del Cemento, para que controle por completo la zona.
En entrevista con MILENIO, Juan N, ejidatario de Bomintzhá, afirmó que la cooperativa registró a su nombre cerca de 78 hectáreas del ejido, acción por la que ellos se han opuesto en diversas ocasiones, pero debido a que la mayoría son personas de la tercera edad, no se han podido interponer completamente contra la empresa.
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Por ello, exigen que el presidente Andrés Manuel López Obrador intervenga en el proceso de denuncia, para evitar que su territorio les sea arrebatado.
“El problema es que ellos supervisan las minas, se llevan materiales y no los pagan, no quieren que supervisemos el trabajo, aunado a eso, como esta empresa domina se ha apropiado de extensiones de tierra que son del ejido, el ejido no se vende, una empresa particular no puede ser dueña de este ejido”, dijo Juan.
De acuerdo con la Ley Agraria mexicana, la población ejidal tiene la personalidad jurídica y patrimonio propio de las tierras, pues el artículo 11 indica que la explotación de las tierras debe de ser colectiva, por lo que la asamblea de dicho ejido deberá de establecer previamente las disposiciones de trabajo y uso de los recursos, así como mecanismos que aseguren un reparto equitativo.
Sin embargo, los ejidatarios resaltan que los dueños de la cooperativa restiraron a varios habitantes de la zona, para darles trabajo a personas de otras localidades.
“Bonifacio León Sebastián trajo a estos dirigentes para nuevamente concretar todo y apoderarse de las minas, la gente no quiere porque no nos dan trabajo, traen a su gente”, mencionó.
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El 15 de octubre de 2020, ocurrió un enfrentamiento entre grupos sindicales cementeros en el poblado, que culminó con la muerte de una persona, una más herida y al menos cuatro vehículos incendiados en la comunidad de Bomintzhá.
No obstante, las corporaciones policiacas que arribaron al lugar indicaron que en el salón ejidal se realizaba una reunión de un sindicato de trabajadores de la construcción, donde se realizaría un cambio de directiva, lo que llevó a una riña entre ellos.
Sobre esto, Juan comentó que los ejidatarios no tienen nada que ver, pero sí han salido afectados, pues la persona que murió era de su comunidad.
“Los dueños de la cooperativa trajeron al Sindicato de la Industria del Cemento, pero para esto hay un sindicato interno en el pueblo, entre ellos se enfrentaron, el grupo de ejidatarios había entre los dos grupos sindicales, que no los dejaron tomar protesta, pero como había gente armada de la industria del cemento ellos mataron a un joven del ejido”, destacó.
Este enfrentamiento llevo a que 12 días después un grupo de integrantes del sindicato de la industria del cemento protestara sobre la autopista México-Pachuca, quienes aseguraron dos de sus compañeros fueron secuestrados en dicha riña.
“La industria del cemento y la Cooperativa Bomintzhá les achacan a los ejidatarios que ellos secuestraron a dos personas de su grupo de ellos que están desaparecidos, pero esas dos personas son los que mataron a este joven”, afirmó.
Juan N, dijo que desde años han acudido a diversas instancias de Tula y de Pachuca, así como en la Ciudad de México, pero no han recibido respuesta, por lo que el viernes 6 de noviembre realizaron una protesta en Palacio Nacional, donde pidieron la intervención del presidente y que se regularicen las minas, en donde les prometieron revisar su caso, pero siguen en espera de una respuesta.
“Los dueños de la cooperativa nos han embarrado en muchas cosas, como problemas de huachicoleo, pero porque nadie los supervisa, nosotros somos gente de trabajo y campesinos, no somos sicarios, ni nada de eso como nos han pitado”, resaltó.
FLC