Mi papá estaba lleno de vida, en hospital de Pemex se la quitaron: familiar de paciente

Salvador Córdova sufrió una infección tras recibir medicamento contaminado en el hospital regional en Villahermosa, y es parte de las 67 personas que presentaron síntomas tras realizarse una hemodiálisis.

Hospital Regional de Pemex en Villahermosa. (Mariel Arroyo)
Selene Flores y Mariel Arroyo
Villahermosa /

Salvador Córdova Díaz, de 75 años, es uno de los 67 pacientes a los que les suministraron heparina sódica contaminada en el Hospital Regional de Pemex en Villahermosa, Tabasco, durante un procedimiento de hemodiálisis; ahora tiene muerte cerebral a consecuencia de la fuerte infección en su cuerpo, que le causó un infarto y peritonitis.

“Mi papá estaba bien. Mi papá comía, mi papá sonreía. Era un hombre lleno de vida y aquí vinieron y se la quitaron”, afirmó Agustín Cordova, hijo del paciente.

Los médicos consideran que no hay remedio para la muerte cerebral de Salvador Córdova, a quien someterán a una operación para colocarle una sonda para que pueda ser alimentado en su domicilio.

Al respecto, Agustín Córdova manifestó su temor de que su padre muera en el quirófano y que los médicos nieguen su responsabilidad.

“Mi padre le dedicó 40 años a la empresa de Petróleos Mexicanos y nunca tuvo una falta. Quiero agotar todos los recursos hasta el día que Dios se lo quiera llevar”, dijo.

Los familiares del resto de los pacientes acusan negligencia en el hospital, pues señalan que médicos especialistas de la Ciudad de México y de Guadalajara observaron que los afectados no mejoraban pese a recibir tratamiento con antibióticos porque, dijeron, la bacteria se alojó en los catéteres.

“Ellos lo trabajaron con el mismo catéter y regresaron mucho más delicados de salud, incluso hubo uno que ingresó a terapia intensiva hoy a raíz de que trabajaron con el mismo catéter, que es donde se alojaba la bacteria”, comentó Naúm Domínguez, hjo de uno de los pacientes en el hospital.

Mientras Pemex asegura que la hemodiálisis está garantizada, en el Hospital Regional que tiene en Villahermosa sólo hay dos aparatos para este procedimiento que están usando los pacientes en terapia intensiva. El resto debe esperar.

“Es una negligencia total, las condiciones en las que está operando este hospital no es de humanos; es como si fuera una completa carnicería. No tienen aquí animales, tienen personas”, manifestó Felipe Espinosa, familiar del primer paciente que murió en el hospital.

RLO​

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