Guerrero ha cargado con un rezago educativo, sobre todo en los niveles básico y medios, debido a continuos paros magisteriales, la pandemia de 2020 y desastres naturales.
Este atraso en la educación se vio agudizado en Acapulco por el nivel de daños que dejó el huracán Otis en la mayoría de los planteles, de los cuales, algunas instituciones lograron recuperarse paulatinamente, pero al menos 20 escuelas, como la Universidad Americana, no volverán a abrir.
A las afectaciones en infraestructura se suma la pérdida de matrículas, pues se registró un éxodo de habitantes a distintos estados como Morelos, Ciudad de México y hasta Puebla, por miedo a que vuelva a golpear el puerto un huracán de categoría 5; lo que se reflejó en el número de estudiantes.
"Calculamos que se perdió un 20 por ciento de matrícula para todas las escuelas en promedio... es muy fuerte. Venimos arrastrando una afectación por el tema de la pandemia en donde los maestros no tenían la infraestructura tecnológica para poder dar clases en línea y muchas escuelas trabajaban todavía con fotocopias y libros que dejaban de tareas y ahí hubo una pérdida prácticamente de 2 años".
"Viene ahora el huracán y nos da un remate también en el tema de la educación, en donde nuestros niños van más atrasados por la falta de espacios adecuados para trabajar. Aunque hay alrededor de mil 500 escuelas entre públicas y privadas en Acapulco y Coyuca, calculamos que el 50 por ciento de ellas fueron afectadas y esto limitó muchísimo que pudiesen tener clases presenciales los alumnos y tiempos completos", comentó Víctor Jorrín Lozano, rector de una de las instituciones más grandes de Acapulco.
El educador, quien se ha caracterizado en el puerto por su interés para mejorar la educación en Guerrero, detalló que en el estado existe un déficit de al menos 40 por ciento menor en la preparación de los alumnos comparado con algunas ciudades como Guadalajara, Jalisco; Monterrey, Nuevo León; y Querétaro.
Consecuencias de huracanes pegan en Acapulco
Los acapulqueños que se mantienen en el puerto sufren las consecuencias del desastre que dejó Otis y ahora John, además de diversos problemas como la violencia. Es el caso de Daniela, quien es madre soltera y uno de sus deseos es irse a vivir a una ciudad que garantice un mejor nivel de vida para su hija.
"Hay muchas escuelas afectadas. Donde estudia mi hija si tuvo muchos daños, es una escuela que es muy antigua, se descompuso todo lo eléctrico y otras cosas... el regreso a clases si fue un poquito extenso, Otis fue en octubre y ellos regresaron hasta febrero a clases, fueron 4 meses que se vieron afectados", comentó.
A un año del impacto de Otis, Daniela lamentó también el paso de John, que dejó múltiples inundaciones y lodazales, pero también existen otros problemas que afectan la vida cotidiana y la educación de quienes viven en Acapulco.
"La violencia aumentó, ayer hubo muchas balaceras y terminaron incendiando un restaurante en Caleta muy popular. Agua no hay, la basura si pasa, pero no hay paso al relleno sanitario, así que de todas formas es un foco de infección".
"No hay empleo, las obras solo se las asignan a conocidos y traen trabajadores de fuera. Los propietarios no quieren arreglar sus departamentos por miedo que venga otro desastre natural", expresó.
Buscan estrategias para solucionarlo
Ante todo, este tipo de problemas, las instituciones buscan nuevas estrategias para atacar el rezago en la educación.
Es el caso del Grupo Educativo Español de Acapulco, trabaja en una plataforma que fue presentada ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el uso de IA.
Denominado "Programa Meteorito", es presentado en un video por una maestra creada por inteligencia artificial que da detalles de esta iniciativa.
"El programa cubre los grados escolares desde primer año hasta sexto año de primaria y es accesible desde una tableta o cualquier dispositivo. Habrá profesores de inteligencia artificial disponibles para impartir clases según el temario, para que los estudiantes no falten a clases por fenómenos naturales o conflictos sociales".
"De esta manera siempre tendrán la oportunidad de seguir estudiando sin importar circunstancias adversas.
Además, refiere que, en el caso de sus alumnos, se entregaría un dispositivo con información precargada, lo que permitirá utilizarla en lugares remotos o sin acceso a internet.
Cuando se tenga conectividad podrán también hablar con maestros que aclararán las dudas.
"Aquí en el caso de la pandemia teníamos internet, pero no había infraestructura dentro de las escuelas; pero en el caso del huracán no teníamos ninguna conectividad, entonces en situaciones como esas se tiene que preparar el gobierno con programas especiales", subrayó Víctor Jorrín.
MO