Lia está en transición. A sus doce años cursa la secundaria y aunque sigue jugando con sus amigas y escucha canciones populares, hoy se presenta en los teatros de la ciudad. Primero fue junto al Coro Infantil del Instituto de Música de Coahuila (Inmus), y el fin de semana anterior, como parte de los alumnos del Instituto, cantó Carmina Burana, obra monumental de Carl Orff, junto al coro de la Compañía de Ópera de Saltillo.
Mucho influye el que desde temprana edad la acercaran a los cursos de verano en los teatros. Incluso el que su padre, Elías Kury, desarrolle proyectos culturales. Sin embargo, Lia aseguró sin dudar que, de no existir el Inmus, la experiencia de cantar con niños y adultos en dos obras grandiosas junto a los músicos de la Camerata de Coahuila, seguramente no sería posible.
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“Yo nací el 5 de diciembre de 2011, tengo doce y en el instituto llevo dos años. Entré por el coro pero luego me interesé en el chelo, así que empecé a estudiar chelo y en el coro, y llevo también clases de solfeo”.
Lia Kury compartió que previo a Carmina Burana, en mayo pasado y junto a los integrantes del Coro Infantil del Inmus, participó en la ópera Carmen, de Bizet, de tal suerte que ha sido parte activa en los festejos del 30 aniversario de la Camerata de Coahuila, orquesta que ha sido un parteaguas en Torreón y ha dado una mayor solidez a la música en la entidad.
En Carmina Burana “los niños participaron y yo lo hice en el coro de los adultos, y hace poquito también fue la ópera Carmen donde canté en el coro infantil”.
“Al principio sí me puse muy nerviosa porque es muy diferente estar en una presentación de coro infantil donde solo van los padres o amigos, a estar con mucha gente que no conoces y que compra su boleto”.
Lia hoy ensaya para cantar el 13 de diciembre La Magnífica, de Bach. Tal parece que ha definido su vocación pues dijo, quiere vivir de la música y piensa estudiar en la Ciudad de México o Morelia con el apoyo de sus padres.
“Cuando estaba chiquita me gustaba mucho la música y empecé escuchando a Café Tacuba, Caifanes. A los seis o siete años mi papá me metió a música pero como que no era muy disciplinada, así que decidí dejarla y me metí a teatro pero no me convenció mucho así que empecé de nuevo con la música y estoy muy contenta con el resultado que llevo".
“Tengo una hermana de siete años y mi papá siempre le ha enseñado cosas de artistas, y ella me ve a mí y le gusta cantar; tocó el violín pero le está dando un espacio porque estamos esperando que una maestra le dé lugar (en el Inmus) para que ella vaya pero por lo pronto también va a clases de coro”.
Sobre este encuentro con la música a través del canto, Lia acotó que es una experiencia fabulosa pues los integrantes de su coro conocieron a cantantes de Saltillo y los ensayos fueron divertidos, con momentos de muchas risas pues, al final, como músicos, en algún momento cualquiera se equivoca.
Camerata, origen del Inmus
Si bien detrás de la fundación de la Camerata de Coahuila hay hombres y mujeres que durante décadas han fortalecido su permanencia, Lucrecia Martínez de Santibáñez es el rostro más visible como su impulsora.
En ese mismo sentido fundó una escuela de música que inició de manera modesta, incluso pidiendo en préstamo unos salones a la Universidad Autónoma de Coahuila. No obstante hoy ocupa el edificio que albergó la estación de ferrocarril en Torreón, contando con músicos profesionales como docentes y casi 200 jóvenes estudiantes.
“Tenemos casi 180 alumnos pero también una lista de espera de 50 niños que quieren estudiar violín y no tenemos el espacio. Si usted hace otro techito, se ponen salones. Sí, nada más que el edificio no es de nosotros y lo que le hemos metido es de nuestra bolsa, estoy hablando de millones. Tenemos grandes patrocinadores, es el ingeniero Antonio Safa y los señores Issa que merecen todo mi respeto”.
En el Inmus trabajan alrededor de 25 profesores
Martínez de Santibáñez detalló que en el Inmus trabajan alrededor de 25 profesores dirigidos por los maestros Ethan Eager y Ioseb Gamilagdishvili, más dos secretarias, dos vigilantes, una persona que apoya con la limpieza y un jardinero. Sin duda, el edificio nunca se había visto tan funcional, pero eso se debe a las inversiones que se realizan constantemente.
Tras la recuperación de las vías férreas para una nueva ruta de tren de pasajeros impulsada por el gobierno de la república, se deberá evaluar la permanencia en el sitio de una institución educativa que permite a los jóvenes obtener las bases para estudiar profesionalmente, mismos que aprenden con un colegiaturas subsidiadas.
“La nómina se cubre con el apoyo del municipio, lo que ponemos nosotros y con las colegiaturas que se dan pero en verdad tenemos maestros que tienen vocación porque pagamos por horas aunque siempre hemos visto que se pague más que en ningún otro lado. Sí pagamos un poquito mejor pero no como quisiéramos porque no nos alcanzan los fondos. Luego hacemos actividades como el concierto de Harry Potter pero por ejemplo el edificio tiene sus detalles”.
El mantenimiento resulta vital pues en el caso del techo, desde el tiempo en que operó el Centro Cultural Pilar Rioja, las goteras han sido un verdadero problema en una superficie de 4 mil metros cuadrados, sin dejar de lado la remodelación integral del teatro. A ello se suma que se debe invertir en instrumentos que son realmente costosos.
“Hemos comprado seis pianos, violines, oboes que son muy caros y no tenemos muchachos que lo estudien porque ¿quién los compra? Compramos fagots, cornos, trombones y estamos tratando de que vengan cuando menos seis maestros al año a dar talleres, que se queden una semana, y tenemos qué separar ese dinero para pagar viáticos así como sueldo y traslado, para que nuestro coro se vaya perfeccionando y emerjan cantantes”.
Se abrió un salón de arte para los niños más pequeños
Martínez de Santibáñez dijo que el trabajo ya rinde sus frutos y algunos jóvenes han sido seleccionados para continuar sus estudios de manera profesional dentro y fuera del país. Y la fórmula que aplican es el comprometer a las familias. Así las mamás mientras esperan socializan y se abrió un salón para iniciar en el arte a los niños más pequeños. La maestra presta sus servicios a cambio de boletos para los conciertos.
“La gente se suma porque el Inmus da resultados. Lo que sigue es arreglar un convenio con los Ferrocarriles, ver qué se puede hacer para permanecer. Tiene una ventaja este lugar aunque al principio nos robaban a cada rato. Es un lugar privilegiado y el proyecto sería, con la pura estructura, comenzar a hacer salones arriba pero estamos hablando de mucho dinero. Si nos dieran un comodato veríamos eso con mayor certeza”.
Con miras a realizar un testamento de vida, la fundadora de una orquesta y una escuela dijo que habrá señoras que cuiden a los nietos y será bueno, pero velar por la educación de los niños de otras personas para hacer de ellos buenos ciudadanos, es el motor que impulsa al Inmus.
“La fortuna de haber tenido la oportunidad, la edad, la ingenuidad, porque se requiere ser ingenuo para poder hacer las cosas, aunado al trabajo, y lograrlo, es un privilegio que dios nos ha dado a todos los que estamos aquí, que me lo ha dado a mí por mucho tiempo y a la gente que ha participado en diferentes cosas con nosotros. Estas son las cosas que al final de cuentas hacen de una ciudad importante y lo que queremos es su permanencia”.
Ejercicio virtuoso
Desde el año 2022 Ethan Eager es el director del Instituto de Música de Coahuila y comentó que la carrera de Técnico Instrumentista está avalada por la Secretaría de Educación Pública y equivale a una carrera de nivel medio superior. Con una gran vocación de servicio, el maestro explicó los beneficios de la propuesta educativa.
“No es prepa como tal porque estamos enfocados en la música, no es el lugar donde estudias español o matemáticas, pero para poder ingresar debes tener secundaria terminada. Las licenciaturas en música, muchas veces te dicen que duran ocho años pero no es cierto, tiene una duración como cualquier otra de cuatro a cinco años, pero todas las licenciaturas en música tienen de tres a cuatro años de propedéutico y nosotros somos esos años adicionales”.
La enseñanza de un instrumento exige individualidad
La meta es que los alumnos, si continúan con estudios musicales, entren directo a la carrera, situación que el contrabajista Ángel Hernández verificó al presentar examen en Xalapa, pues logró entrar a la carrera de manera directa. Aunque en cualquier escuela se trabaja en grupos, la enseñanza musical es distinta porque se trabaja, en cuanto a los instrumentos, con un alumno por clase, lo que hace costosa la enseñanza. Es decir, las materias teóricas como solfeo, conjuntos corales, armonía y contrapunto se aprenden en grupo, pero la enseñanza de instrumento exige individualidad.
“El patronato ha hecho una extraordinaria labor; tenemos el apoyo del municipio, de la iniciativa privada, de empresas y de ellos, para que lo que cobremos de colegiatura en todos los niveles esté, por lo menos, subsidiado al 50 por ciento”.
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