Desde hace un par de semanas cientos de migrantes provenientes del caribe y centro América , muchos de ellos de nacionalidad haitiana, han viajado durante días para llegar a México, pero todos con el mismo propósito llegar a Estados Unidos, o bien conseguir un permiso que les permita trabajar de manera legal en el país.
Este jueves a las oficinas del Instituto Nacional de Migración ubicadas en la calle Belisario Domínguez del barrio de Analco en la ciudad de Durango, arribó un contingente superior a las 150 personas provenientes de Tapachula Chiapas, con apoyo de un autobús y algunos otros en vehículos particulares es que después de más de 30 horas llegaron a la entidad.
Sin embargo al arribar la mañana de este viernes a las instalaciones, nos percatamos de la presencia de dos jóvenes haitianos, se trataba de John y Paul Jackson quienes en el camino se hicieron amigos y desde su país de origen hasta este punto se han cuidado el uno al otro; ellos llegaron el pasado lunes y aseguran que hasta este momento las condiciones que brindan el Instituto Nacional de Migración no son buenas.
John aseguró que el personal de migración le negó el acceso a las instalaciones por lo que durante la mañana de este viernes permanecieron en las frías calles de la ciudad, con una temperatura que a las seis de la mañana apenas alcanzaba los 6 °C.
Con 22 y 29 años respectivamente John y Paul, desconocen la tragedia por la que tuvieron que pasar sus paisanos en el estado de Chiapas donde 53 personas murieron y otras más resultaron gravemente heridas al sufrir una volcadura en un tramo carretero mientras se dirigían al norte del país, la barrera del idioma también es un problema ya que muchas ocasiones no saben cómo expresarse para solicitar de su apoyo.
”Nos sacaron como animales”, fue lo que expresó John al momento de preguntarle cómo fue que le negaron el acceso, asegurando que lo único que quieren es la ayuda de la gente, conseguir dinero para llegar a la frontera con los Estados Unidos o bien un permiso que les dé la facultad de trabajar de manera legal en el estado.
Durante la estancia en la que permanecimos a las afueras del Instituto nacional de migración una ambulancia de la Cruz Roja mexicana delegación Durango arribó hasta este lugar para atender a uno de los migrantes que se encontraban al interior de las oficinas. Al terminar la revisión los paramédicos trasladaron a un hombre de aproximadamente 30 años de edad quien en testimonio de la persona a cargo de la unidad el hombre presentaba malestar por lo que se había trasladado al hospital de la benemérita institución para la valoración médica sin que su vida estuviera en riesgo.
CALE