Los sismos que pueden resultar casi imperceptibles y las alertas son llamados a reforzar la cultura de la prevención y a mantener actualizados los planes de acción y reacción ante la posibilidad de agentes perturbadores como movimientos telúricos de magnitudes mayores.
En el punto anterior coincidieron, por separado, los investigadores en ingeniería civil, Hugo Oswaldo Ferrer Toledo, experto en Ingeniería Geotécnica; así como Eduardo Ismael Hernández y Gerardo López Arciga, académicos de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).
Tras el sonido de la alerta sísmica y luego de que se registró un movimiento telúrico de magnitud 6.0, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), con epicentro en Técpan, al sur del estado de Guerrero, a las 8:31 horas de este domingo 11 de diciembre, Ferrer Toledo destacó que fenómeno generó una aceleración menor, lo que no representó riesgo para la población.
“Del sismo de las 8:31 am, por diferentes factores, no se esperaría ningún daño en Puebla. Calculando la atenuación de manera simple, estimo una aceleración del terreno de aproximadamente 5 cm/s2, lo cual no representa riesgo en general para las construcciones”, apuntó.
En su momento, Eduardo Ismael Hernández, investigador de la Facultad de Ingeniería Civil de la Upaep, explicó que la población no debe olvidar que el territorio poblano y, en general, la parte central del país se encuentra en una zona sísmica en donde interactúan cinco grandes placas tectónicas.
Del total placas tectónicas, dos presentan mayores riesgos de sismicidad en el país, la placa de Cocos y la placa de Norteamérica que presentan mayor incidencia y un mayor nivel de sismicidad, ante lo cual, en cualquier momento se puede presentar un movimiento telúrico.
“Ante la interacción de las placas tectónicas se presenta alto nivel de registro sísmico, de ahí la importancia de contar con un sistema robusto de alertamiento sísmico y de mantener actualizados los planes de protección civil”, explicó el investigador.
El sistema de alerta sísmica es una herramienta para poder mitigar el efecto nocivo de los temblores y funcionan cuando los epicentros de los temblores son lejanos; sin embargo, todavía hay limitantes.
“El sistema de alertamiento puede salvar muchas vidas; además, las personas puedan reaccionan de manera positiva al saber qué tienen que hacer para ponerse a salvo”, destacó.
En tanto, Gerardo López Arciga, investigador de la Facultad de Ingeniería Civil de la Upaep, resaltó la importancia de mantener actualizados los reglamentos de construcción en los municipios y, al mismo tiempo, impulsar una cultura de protección civil.
“Es importante que se cumplan con las normas para la prevención de desastres provocados por estos fenómenos naturales. Es importante que la gente participe activamente en la organización de simulacros, y que siempre estén alertas porque es algo que puede suceder en cualquier momento y por ello es importante darle la seriedad que se merece”, resaltó.
CHM