Ramón Ibarra y González, último obispo y primer arzobispo de Puebla, se encuentra en proceso de beatificación, paso para convertirse en santo católico, para lo cual, se está investigando un posible primer milagro.
El 23 de febrero de 1964, la Santa Sede inicia el Proceso Diocesano de la Causa y un año después, el 11 de junio de 1965, se inicia el proceso informativo sobre la fama de santidad, virtudes y milagros.
El 12 de julio de 1973, el Vaticano lo declaró Siervo de Dios para iniciar un proceso de investigación de la vida y virtudes, camino hacia la futura beatificación y posterior canonización. Hace 32 años, el 9 de abril de 1990, el Papa Juan Pablo II lo declaró Venerable.
En la actualidad, la arquidiócesis de Puebla, la Familia de la Cruz y toda la Iglesia católica de México están trabajando por la Causa de Beatificación y Canonización de Monseñor Ramón Ibarra y González.
El sacerdote David de Jesús Padrón, nuevo postulador de las causas de las Obras de la Cruz y quien está impulsando el proceso de beatificación, destacó que se están recabando testimonios de posibles milagros.
Comentó que ya se investiga un posible milagro de una persona que pudo recuperarse de un accidente; sin embargo, no se pueden brindar mayores detalles ante las investigaciones que se realizan.
Comentó que uno de los principales requisitos para que el Vaticano otorgue el título de beato y continué el camino hacia la santidad consiste en que se pueda demostrar Ramón Ibarra y González realizó un milagro.
En Puebla, en el año 1970 fue abierto el Museo de las reliquias del Venerable Monseñor Ramón Ibarra y González, que se ubica en la Avenida 5 Poniente No. 121, en el Centro Histórico de Puebla, lugar al que los fieles católicos pueden llevar sus testimonios de posibles milagros.
Señaló, actualmente, se está difundiendo la vida y obra de José Ramón Ibarra y González, quien nació en Olinalá, Guerrero, el 22 de octubre de 1853, y falleció en la Ciudad de México, el 1 de febrero de 1917; además, se están recabando testimonios de los fieles.
Comentó que Ibarra y González tuvo en vida grandes talentos intelectuales; sin embargo, destacó por su modestia y sencillez; además, fue educador, constructor y promotor de iniciativas sociales y educativas.
“Los fieles puede pedir la intercesión de Monseñor Ramón Ibarra y González en causas especiales y que Dios conceda un milagro. La investigación continúa y cuando se corrobore el milagro, podrá alanzar la beatificación. Posteriormente, se requerirá de otro milagro para ser canonizado, es decir, declarado santo”, explicó.
En la actualidad, la arquidiócesis de Puebla impulsa cuatro procesos de canonización, el de Juan de Palafox y el de Sebastián de Aparicio, quienes ya tienen el nombramiento de beatos; así como la causa de Sor María de Jesús, mejor conocida como el Lirio de Puebla, quien ya está catalogada como venerable.
AFM