“Edgar era bueno, obediente y todo el tiempo estaba conforme a lo que yo decía”, dijo con gran tristeza y dolor, Javier Rodríguez, padre de Edgar, trabajador fallecido tras derrumbe de silo en Torreón, quien fue velado en la casa de sus padres durante la mañana de este jueves.
Javier enfatizó que uno de los recuerdos más significativos que tiene de Edgar, es cuando enfermó del apéndice y fue intervenido quirúrgicamente en un hospital.
Al terminó de la operación, el médico le dio la noticia que Edgar había fallecido, por lo que de inmediato se le aplicó la reanimación y se logró que su corazón volviera a latir.
“Mi hijo había muerto y gracias a Dios volvió a vivir”, expuso Javier, quien añadió que “ahora en esta ocasión sí murió y nos adelantó, por lo que tenemos que echarle ganas y seguir en el camino".
Narró que a su hijo nunca le gustó la escuelo, por lo que sólo terminó el sexto año de primaria y de inmediato se puso a trabajar en las labores del campo.
“A mi hijo le gustaba el campo, vivía en el campo, además sabía sembrar, labrar y prepara la tierra, así también, ordeñaba vacas, chivas y montaba a caballo”, recordó.
Señaló que cuando era niño, se lo llevaba a sembrar y siempre fue feliz en el campo, además interrumpía su juego de niño, para estar a la orden del trabajo.
Mencionó que cuando ya era un joven se enseñó a maniobrar la maquinaria y a conducir el tractor, además aprendió a manejar camiones de carga. Afirmó que Edgar era un agricultor especializado, se las sabía de todas a todas. “Era alegre, amable y muy cariñoso, lo voy a extrañar mucho”, dijo.
Mencionó que a Edgar le gustaba disfrutar de una bebida con sus amigos y familiares, siempre estaba en las reuniones y fomentaba mucho la fraternidad.
Fue el quinto de seis hijos y su padre lo recuerda con gran admiración, ya que nunca les falto al respeto a sus padres y fue un hombre obediente a ellos.
Durante varios años, Edgar se fue a San Antonio, Texas, donde estuvo trabajando en diversos empleos y finalmente regresó para quedarse.
Por su parte, el tío de Edgar, Lucio Rodríguez, aseveró que el pasado sábado 14 de mayo de este 2022, dos días antes de su muerte, fue el último día que lo vieron en una reunión familiar.
“Lo observe exageradamente amoroso con todos los que estábamos en la reunión y nos abrazó, no estrechó la mano, nos repartió besos, como si estuviera anunciando su despedida”, dijo Lucio extrañadamente.
Con respecto a la situación laboral, el padre de Edgar, explicó que va a espera a que la empresa Alimentos Balanceados Simón Bolívar, pague las indemnizaciones por la muerte de su hijo, cuyos directivos prometieron cubrir.
Comentó que, si la empresa no cumple conforme a ley, se procederá judicialmente, en contra de quienes resulten responsables.
EGO