Después de cuatro meses de que Ana Paola celebró sus quince años con ayuda de las personas y recibió decenas de regalos, al darse a conocer su historia en MILENIO, la vida de esta joven originaria de Tuxtepec, Oaxaca ha cambiado un poco, así como su semblante que pasó de tristeza a felicidad.
Ana Paola vive con sus tres hermanos, tras la muerte de su padre por covid-19 y el abandono de su madre. Son una familia de escasos recursos de la localidad de Loma Alta, una de las zonas más marginadas en Oaxaca.
Todos trabajan para comer y ella se vio obligada a dejar la escuela para vender tortillas hechas a mano.
Gracias a las donaciones del público, en su terreno ya se construye una cocina de a base de concreto y un baño que ella anhelaba. La señora Mary Zafra, vecina que se ha encargado de apoyarla, cuenta que juntaron cien mil pesos para dichos trabajos.
“La fiesta se realizó en junio y las personas apoyaron con todo, desde el adorno para el lugar, los refrescos, comidas y ropa de ella y los chambelanes; la verdad la gente si la apoyo, y ese mismo día de la fiesta le mandaron dinero para comenzar la construcción de la cocina, el baño y parte de la fosa. Para acabar solo falta la tapa de la fosa, y a la cocina solo le falta repello, pero ella dice que la puede usar así”, cuenta doña Mary.
Ana Paola vive en situaciones precarias, su casa es un cuarto de madera con un corredor de lámina donde cocina y comen los cuatro hermanos, para el calor se soplan con un ventilador que también le regalaron.
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Regresó a la escuela y sueña con ser abogada
Gracias a una beca que recibió como parte de los regalos de sus quince años, la adolescente retomó sus clases en la telesecundaria, donde cursa el tercer grado. Sus maestros aseguran que a pesar de que regresó con cierto temor, se ha convertido en una alumna de excelencia.
“Ella le está echando muchas ganas a la escuela, incluso en todas sus materias lleva nueve o diez, yo soy su profesora de grupo, es bueno dar este tipo de noticias por el apoyo que le han dado de parte de ustedes y de la población”, señala la directora de la institución María Moreno.
Ana Paola dice que le está yendo bien, "he hecho muchos amigos y me llevo bien con mis compañeros; le estoy echando ganas y mi materia favorita es matemáticas".
Entre lágrimas cuenta que su sueño es convertirse en abogada, una promesa que le hizo a su padre antes de morir.
“Un día le prometí que los sueños que tenía los quería vivir con él, pero ya no pude, y pues tengo que hacer porque esas palabras las tengo hechas y se las voy a cumplir”, expresa, mientras se seca las lágrimas.
Un empresario de la construcción le prometió edificar un cuarto rosa, exclusivo para ella, ya que actualmente duerme en este espacio de madera junto a sus tres hermanos. Ya se midió el terreno, pero la obra aún no empieza por causas desconocidas.
Ana Paola también tiene una beca para cursar la preparatoria y universidad sin costo, pero no le cubren sus gastos personales por lo que se requiere de más ayuda para la menor, que aún espera tener su propia recamara.
“Muchas gracias a todos los que me están apoyando aquí se está construyendo, bendiciones para todos”, finaliza desde su hogar la quinceañera más famosa de Tuxtepec, Oaxaca.
MO