Más de mil jóvenes provenientes de los diferentes municipios y comunidades de la zona Altos, marcharon este domingo de forma pacífica en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, con el objetivo de pedir el cese de la violencia y las amenazas que lanzan de forma constante los grupos delictivos que operan en la entidad.
Ante los riesgos y amenazas, así como la falta de atención de las autoridades de los fenómenos sociales que ha desencadenado el crimen organizado, son cientos de jóvenes quienes huyen de la violencia que se ha incrementado principalmente en la zona fronteriza de Chiapas ante la disputa del territorio de dos cárteles, señaló Rodrigo Aguilar Martínez obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas.
“Que sí, desgraciadamente muchos jóvenes varones o mujeres están saliendo de sus hogares, de sus comunidades buscando un trabajo sea en otros estados del país incluso fuera del país, pero los que aquí han venido no quieren emigrar, quieren dar fruto en sus lugares donde viven y trabajan y estudian”, relató.
El jerarca católico aseguró que la juventud busca una vida íntegra, de verdad, de justicia y de paz; por ello llamó a quienes integran el grupo delictivo de Los Motonetos a recapacitar sobre las afectaciones que generan en la sociedad.
“Dios está intentando sembrar trigo, pero también el maligno está sembrando cizaña, entonces reconozcamos esas dos tendencias que hay en nuestro corazón” señalo el obispo.
En lo que respecta a la intolerancia religiosa, reconoció que en Chiapas aún no se ha combatido al 100 por ciento esta problemática, por lo que explicó que el hecho recientemente ocurrido en la comunidad Berlín, municipio de Simojovel, obedece a una diferencia entre la parroquia del lugar y la imposición de otra religión.
“Persiste, pero buscamos también ayudarnos, no es que todos vivan la intolerancia, también hay personas que queremos escucharnos mutuamente y caminar ayudándonos unos a otros”, puntualizó.
Por su parte Gely Georgina Sánchez Hernández joven integrante de la Diócesis, relató que son muchos los jóvenes de la región quienes cada vez más se relacionan con alguna adicción, provocando que caigan en el suicidio ante la falta de ayuda, además de participar en hechos delictivos.
“Nosotros como jóvenes también nos duele el corazón, nos da tristeza y es por eso que hemos convocado a tantos jóvenes a esta jornada para poder concientizar a cada uno de ellos y poder ayudarlos, para que se acaben todos esos riesgos de muerte porque muchos jóvenes también desde muy pequeños también ya están metidos en el narcotráfico”, aseguró.
La violencia en la zona Altos se ha incrementado en los últimos cinco años, debido a la aparición de grupos de autodefensa y delictivos, quienes cada vez más ponen en riesgo la vida de la población.
VJHM