Una pareja de novios que se preparaba desde hace dos años para contraer nupcias este sábado vivió una experiencia inolvidable cuando el juez que los casaría no llegó a la ceremonia programada.
El evento que se esperaba fuera un momento formal y solemne, se transformó en una celebración improvisada gracias a la rápida acción de una de las primas de la novia.
Los novios Karla García y Manuel Alanís son originarios del municipio de Santa Catarina y llevaban cerca de dos años planificado este evento.
Prima salva boda
Los presentes al darse cuenta de que el juez Carlos Martínez Meza de la Oficialía No. 25 del Registro Civil no llegaba, la situación se tornó angustiante, sin embargo con el buen humor de los regiomontanos, una de las asistentes identificada como Valeria Villegas, decidió tomar la iniciativa y ofrecerse para realizar la ceremonia en ausencia del juez, brindando una solución inesperada.
Novios sellan su promesa de amor
La boda que se llevó a cabo en la zona del Obispado, se conmemoró en compañía de familiares y amigos los cuales se reunieron para ser testigos de este momento único.
Valeria, con gran empatía y dedicación, oficio la ceremonia, lo que permitió que los novios intercambiaran sus votos y sellaran su compromiso de manera emotiva.
Asistentes contribuyen a llevar alegría
Los asistentes, inicialmente preocupados, se unieron a la celebración, transformando el ambiente en uno de alegría y emoción.
En el evento no solo resaltó el trago amargo de la ausencia del juez, sino que también se convirtió en un recordatorio de que a veces, los mejores momentos son aquellos que surgen de lo inesperado.
La pareja, sin duda recordará su boda como un día lleno de sorpresas y amor, que seguramente quedará grabado en la memoria de todos los presentes.
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