Kimberly Hernández Fuentes, estudiante de secundaria del pueblo mágico de Xico, y quien aprendió a manejar unidades de carga durante la pandemia, tiene ya su propio camión.
Pink Panther es un carro rabón de carga Dina modelo 2005 y fue modificado por el padre de la menor de 13 años, Ramón Hernández, también operador de tractocamión y transportista.
Manejar camiones grandes era el sueño de Kimberly desde los 10 años, cuando le pidió a su papá que le enseñara.
Por su edad maneja en compañía de su padre y espera cumplir los 16 años para tener su permiso y a los 18 la licencia que le permita conducir ella sola y trasladar mercancías a diversas partes; ya ha manejado hasta Toluca, Estado de México.
Su sueño es trabajar en Pemex, ser directora o mínimo operadora de traileres y pipas.
"Mi sueño es llegar a ser parte de Pemex, ser directora o si no se puede ser ya sería operador de esa empresa. Operar un tráiler y si no se puede un torton, una pipa".
El padre de Kimberly, Ramón Hernández la apoya, pero le da miedo que llegue a andar sola en carretera, por la inseguridad en las mismas.
"Aunque no lo crea me da un poco más que nada, miedo por la delincuencia qué hay en la carretera. Más que nada por eso. Al igual yo quiero que estudie y si pudiera tener una carrera en lo cual se desempeñe en lo que ella sabe hacer mejor, y no detrás de un volante o sobre la carretera" dijo.
Para sus amigos es un ejemplo a seguir y la felicitan por su decisión.
La niña trailera, como le dicen, se ha encontrado en el camino a mujeres manejando camiones pesados, no muchas, pero le da orgullo que se atrevan a incursionar en áreas antes exclusivas de los hombres.
MO