El 'Mercado Alianza', también conocido simplemente como 'La Alianza', es uno de los lugares de comercio más longevos e importantes para Torreón, Coahuila, llegando incluso a emanciparse a la par que la ciudad, siendo los negocios quienes dejaron huella en los laguneros de todas las generaciones, y entre los más antiguos, hay uno con 90 años, que aún continúa contando su historia.
La carnicería 'El tumbaito', es un negocio familiar fundado por Mariano Palomares Martínez aproximadamente en los años 40's, posteriormente tomaría la batuta su hijo Don Pedro Palomares, quien actualmente tiene la edad de 76, y en entrevista para MILENIO relató un poco sobre los inicios de su padre.
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"Era un hombre de los de verdad, imagínese usted como trabajaban antes en esos tiempos, no había la tecnología que hay ahora para trabajar la carne, y si la había era algo fuera de nuestras posibilidades, pero eran las ganas de sacar adelante a su familia lo que le daba la fuerza", contó.
El comerciante platicó que su padre trabajaba la carne a base de una sierra y hacha, ya que eran los instrumentos que tenía a la mano, además detalló que en un tronco realizaba los cortes de la carne, "era algo durísimo, esos eran hombre de verdad, ahora ya todo es eléctrico".
"Cuando yo comencé tenía 5 años, me llevaba mi papá, yo andaba con los señores aprendiéndole al negocio, me subía arriba de los camiones donde descargaban", contó Don Pedro.
Diferencias entre La Alianza actual y la antigua
Don Pedro explicó que la principal diferencia es que anteriormente los locales estaban hechos de madera y el techo de laminas, por ello, las condiciones eran muy diferentes a las actuales, esto debido a que tenía que tener cuidado con cualquier aparato eléctrico, "un incendio, por más pequeño, significar perder el negocio".
"En tiempos de calor, si ahorita es un infierno, imagínate, con las láminas que se calentaban con el sol, parecía un horno. Inclusive en tiempo de frío era lo contrario, parecía un congelador, muchos de los vendedores se enfermaban".
El comerciante explicó emotivamente que su padre fue un "gran hombre" quien siempre procuro por darle una carrera, recibiéndose de contador a la par que le ayudaba en la carnicería, una enseñanza que el mismo Don Pedro replicaría con sus hijos.
Por tanto, entre las reflexiones que Pedro Palomares hizo en la entrevista destacó el hecho de "resistir, persistir y nunca rendirse", pues dijo que a primera instancia podría parecer que los costales de los jóvenes que cargan frutas y verduras en La Alianza están cargados de eso, pero realmente dentro desbordan sueños.
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