El subsecretario de Educación en La Laguna, Ulises Adame de León, rechazó que por la segunda ola de calor pudiera aplicarse el esquema de educación a distancia, toda vez que se ha comprobado ser un modelo que no funciona.
Por otro lado, culpó a las sociedades de padres de familia de las fallas que en al menos 23 escuelas de educación primaria de la región registran en sus equipos de climatizado, toda vez que bajo el programa federal “La Escuela es Nuestra”, priorizaron el “cuatismo” en la contratación de servicios de dudosa calidad para la instalación de minisplits y ahora que surgen fallas exigen que la autoridad se los repare.
Clases en línea no funcionan
Admitió que en ese contexto ha manifestado su desacuerdo con algunos colectivos o voces que han surgido en el sentido de pedir a la Secretaría de Educación del Estado de Durango el solicitar que frente a las altas temperaturas se retomen las clases vía Zoom o a distancia que ocurría en la pandemia, lo que en su opinión es un esquema que no sirve debido a que no ofrece, ni garantiza que la enseñanza se mantenga.
“Tenemos varias escuelas que se les quemaron los cables porque pusieron aparatos de aire acondicionado sin revisar los cables, ni cambiar las tomas de energía de 110 a 220 voltios y el resultado fue que se quemaron los transformadores, pues les llegó el recurso de La Escuela es nuestra y las mamás y los papás contrataron al amigo, al pariente o al compadre, sin constatar que tuviera la capacidad para ofrecer ese servicio”, dijo
Refirió que el problema radica en que este programa los empoderó, pues en sus reglas de operación les precisa que no tienen porqué rendir cuentas a nadie, ni a directivos, como tampoco a la Secretaría de Educación, de ahí que no contrataron a técnicos especialistas y se fueron a lo fácil y barato, por amigos o parientes para hacer dichas instalaciones y ahora están ahí los problemas cuando muchos equipos se han quemado padeciendo hoy estas altas temperaturas.
El problema, refiere el funcionario estatal, es que ahora que se quemaron los equipos, cableado o transformadores, quieren tomar las escuelas para exigir a la autoridad que se los repare, cuando en muchos de los casos ni tenían idea que habían adquirido esos equipos y mucho menos que habían contratado a personas sin la experiencia, ni garantía para su óptimo funcionamiento.
Lamentó que un programa que pudo ser noble en su objetivo, se haya convertido en un problema cuando empodera a los padres y madres de familia, asumiendo toma de decisiones erróneas que ponen en riesgo la infraestructura de las aulas o planteles, pero sobre todo que atenten contra la salud de sus hijos al provocar incendios por tomas eléctricas más instaladas.
EGO