En el municipio de San Pedro, Coahuila hay panteones muy antiguos, uno de ellos es el del ejido San Lorenzo y dónde se dice se han profanado tumbas para ver si encuentran cosas de valor y para realizar actos de brujería.
San Lorenzo, se ubica a poco más de 17 kilómetros en dirección al oeste de la cabecera municipal, es el sexto más habitado y su peculiaridad es su cerro.
- Te recomendamos Abuelito muere tras ser atropellado en La Laguna; buscan al responsable Policía
Precisamente ahí, a las faldas del cerro de San Lorenzo, esta su panteón ejidal, muy grande y con tumbas sumamente antiguas de términos de 1800 e inicios de 1900.
De este camposanto se cuentan muchas historias y uno de los principales temas es la profanación de tumbas y de los actos de hechicería.
Años atrás una imagen causo revuelo en el municipio, se trataba de una tumba antigua del Panteón de San Lorenzo, la cual estaba abierta y de ella sobresalía, un cuerpo momificado.
Personas de la comunidad, señalan que eso se hizo cotidiano, el de ver las lápidas más antiguas destapadas.
Explican que la gente de antes tenía la costumbre de sepultar a sus difuntos con objetos de valor y joyas, algunas personas osaron profanarlas, para ver si había joyas u objetos de valor.
Brujería
Pero, también hay otro tema, del porque han profanado estas tumbas, que muchas de ellas ya se encuentran destapadas por completo, con restos de los ataúdes y cenizas, ya que para que no volviera a suceder lo mismo, mejor incineraron los restos.
Decires de los habitantes del ejido, es que en ellas, han hecho rituales de brujería, de creer o no creer, aunque en otras rancherías y en la misma ciudad, se dice que en los panteones sí se realizan ese tipo de rituales y han encontrado vestigios de ellos.
Este camposanto es histórico, guarda tumbas de antaño, hechas de ladrillo y otros materiales, están a gran altura, por lo mismo que se ubica a las faldas del cerro.
Este es un tema delicado, la profanación de tumbas, pero afirman los habitantes, que si se ha hecho, y para ellos es un acto repudiable y malvado, robar a los difuntos para la práctica de brujería.