La escritora y traductora María Kodama, viuda de Jorge Luis Borges visitó Guadalajara y la tarde del jueves pasado dictó su conferencia titulada La literatura Fantástica dentro del marco de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar y anunció que ya prepara los festejos para celebrar el XXX aniversario luctuoso del célebre escritor argentino.
¿Cómo se siente en esta nueva visita a Guadalajara?
Muy bien, a pesar de la agenda que debo de cumplir que en los últimos dos meses ha sido muy extenuante, vengo de dar algunas conferencias en Harvard y el Instituto Cervantes de Nueva York, además de otras en Buenos Aires, Madrid y Barcelona.
A esto hay que añadir la planeación del XXX aniversario de que Borges partió y también los 25 años de que dieron el nombre de Borges a una de las Bibliotecas en Nueva York. Habrá celebraciones en la Biblioteca Nacional de España, en Francia aún no hemos designado el sitio y también está por definirse el homenaje en Ginebra, Marrakesh y Guadalajara. En Marrakesh quien tal vez se sume en la coordinación es Juan Goytosolo que en años anteriores ya ha organizado actividades interesantes relacionadas con Borges y aquí sin duda la coordinación sería a través de Dulce María Zúñiga. La planeación está resultando un poco complicada sobre todo porque los homenajes incluirán por parte de las editoriales una revisión de la obra fundamental de Borges. Lo demás serán mesas redondas, conferencias, hablar de él y de sus obras.
En este año ¿no vuelve ocasión a la Feria del Libro de Guadalajara?
Tal vez no debo ir este mes al Foro Ecuménico por un encuentro con el Santo Padre, organiza Fernando Flores, es insoslayable.
En la conferencias que dio sobre la Literatura Fantástica citó frases de Borges dijo: "Lo importante es soñar sinceramente. Si no hay un sueño anterior la literatura es imposible"...
A mí me parece también que la literatura Fantástica es como la ceniza que cae y que en un futuro lejano un científico recoje y hace de él un descubrimiento. Pienso en Orson Wells y en todos aquellos que adelantaron en sus páginas el viaje a la luna. Lo que parecería un disparate ahora es posible. La literatura fantástica realmente no lo es. Con el pensamiento se puede ir más allá de la realidad y hacer posible los sueños...
La labor de todo escritor...
Sí que no es como la de los traductores. El oficio de traductor es terrible... aunque también es cierto que si la traducción que se logra no es buena, al menos sirve para despertar el interés en la gente y que ésta se acerque a la fuente en la lengua original. Yo no me considero traductora, hice traducción pero con Jorge Luis Borges, del inglés y del islandés. Para traducir, hay que tener una personalidad afín de lo que se está traduciendo. Si ya para un escritor es complicado transmitir lo que siente, transmitir lo que siente el otro resulta no menos fácil.