Andrea Rivas: Una vida que late al ritmo del hula

Entre las satisfacciones que el arte callejero le ha dejado ha sido poder construir su propia casa gracias a su esfuerzo y dedicación.

Con una sonrisa que refleja su gran pasión por el hula. (Especial)
Édgar González
Torreón, Coahuila. /

El arte callejero es tan común como poco valorado para el transeúnte o el automovilista que solo piensa en llegar rápido a su destino, sin embargo, esto no impide que los grandes artistas como Andrea Rivas demuestren con gran destreza sus habilidades en los semáforos de La Laguna.

Con una sonrisa que refleja su gran pasión por el hula y el arte urbano nos cuenta que a sus 24 años de edad está totalmente avocada a esta actividad que se ha convertido en su modo de vida, que le ha dado grandes satisfacciones como haber podido construir su casa gracias al esfuerzo realizado día con día en los cruces laguneros.

En entrevista para MILENIO cuenta que el poder trabajar y viajar es uno de los principales motivos por los que se dedica a esta actividad, además, le ha permitido conocer a muchas personas y recorrer diferentes estados de la República Mexicana a través del arte callejero, como Oaxaca, Hidalgo, Sonora, Guadalajara, Sinaloa, Querétaro, CdMx, entre otros.

Sin embargo, luego de haber viajado por el país, ha recalado en La Laguna, para establecerse tras haber vivido en Ciudad Juárez

“Mi mamá es originaria de aquí. Pero la gente de La Laguna te abraza, te hace sentir en su casa, es algo que he sentido en otros lugares, pero lo he sentido muchísimo más en esta parte de México. Les gusta lo que hago, porque en he ido a otros estados y te ven como “ponte a trabajar o a hacer otra cosa”, pero aquí les gusta mucho el arte callejero”.

Andrea, además, ha recibido críticas por dedicarse a una actividad en la que sabe que hay días buenos y malos, donde las ganancias dependerán enteramente de lo que la gente que la ve decida darle.

“De mi familia sí, me decían “¿qué estás haciendo? Estás desaprovechando tu vida, ponte a estudiar”, terminé la prepa y tenía el plan de ir a una universidad en Puebla de artes circenses, pero es muy cara y preferí seguir así”, mencionó además de apuntar que llegó a trabajar en un circo en Saltillo, pero “nada como la calle”.

Sin embargo, las críticas no han detenido a Andrea y su sueño de dedicarse al arte urbano, tanto es así que ha podido cumplir uno de sus objetivos al poder construir su propia casa gracias a su esfuerzo y dedicación.

“Era una casa en ruinas, era una casa muy antigua en Lerdo que construyó mi tatarabuelo. Cuando yo nací mi familia se fue a Ciudad Juárez y cuando volvimos mi abuela fue la primera que empezó a vivir ahí. Ya me habían dicho que me lo iban a heredar y apenas que empecé a agarrar la onda”. Menciona que cuando estuvo en Juárez fue que pudo ahorrar más de la mitad de lo que invirtió en la reconstrucción de la casa.

Es una artista totalmente dedicada a su trabajo, mismo que realiza en dos turnos, por las mañanas alrededor de las 9 a 1 de la tarde, ya que el implacable sol de la Comarca no le permite continuar, sin embargo, regresa a su actividad por la tarde de 6 a 8:30 de la noche en los cruces principalmente de Gómez Palacio y Lerdo

Tanto es su entusiasmo y amor por lo que hace que afirma que muchas personas le dan dinero más por su sonrisa y alegría que por la rutina que realiza.

Andrea le aconseja a quien aspire a dedicarse al arte callejero que siga su sueño, tengan constancia y disfruten lo que hacen, pues la gente admira lo que les transmite a los automovilistas y todo aquel que la ve en los semáforos de La Laguna.

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