Cae siembra de maíz por sequía y baja 20% producción de leche en La Laguna

El presidente de la Asociación de Productores Rurales en La Laguna, Baudilio Rodríguez dijo que el clima y las plagas, hacen “imposible”, continuar con la siembra.

Ganado. | Archivo
Luis Carlos Valdés de León
Torreón, Coahuila /

La intensa sequía y la ausencia de lluvias que se vive en la Comarca Lagunera ha provocado la disminución en la superficie de siembra del maíz forrajero, así como en la producción de leche de bovino.

 De acuerdo a Baudilio Rodríguez Abusaid, presidente de la Asociación de Productores Rurales en la Región Lagunera, las condiciones del clima, así como la presencia de plagas, hacen ya “imposible”, continuar con la siembra de maíz forrajero; resaltó la necesidad de tener contacto con las autoridades del sector agropecuario para analizar las posibles soluciones a este problema.

“Es una realidad que hasta el momento no ha llovido, las temperaturas han estado a lo largo de más de 50 días por arriba de 42 grados centígrados, la sequía está muy dura. Ojalá de una u otra manera se tomen las medidas pertinentes y se haga una mesa de trabajo con las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Rural en Coahuila, para tocar el tema”.

Recordó que si bien se tuvo una reunión en el primer trimestre del año. Sin embargo, Rodríguez Abusaid, insistió en que los pronósticos indican que la sequía prevalecerá ante la ausencia de lluvias. Dijo que entre productores y autoridades se debe conformar una estrategia real para poder mitigar esta seguía.

En el tema de forrajes, dijo que cultivos como el sorgo está teniendo buen comportamiento, así como el algodón; pero lamentó que en lo referente al maíz, dijo que con las temperaturas que han prevalecido en la región, resulta ya imposible sembrar maíz.

Con diferentes plagas como la araña roja y otras que tiene el maíz, hacen evidente que el maíz no es resistente a un entorno como La Laguna, donde temperaturas de 40 a 41 grados centígrados, no soportan estas temperaturas, donde las semillas, sean híbridas o convencionales.

En relación con la producción de leche en La Laguna, dijo que en la época de calor resulta habitual el que descienda la cantidad de producción de la leche de bovino:

“Generalmente en estas fechas tenemos menos vacas dando leche, empiezan las vacas que se lograban preñar en el invierno, de aquí en adelante se empiezan a secar, una vaca pesa entre 60 a 800 kilogramos, por lo que su mismo peso corporal y su tamaño la hacen padecer más el calor."

Reconoció que en estos momentos en que como refirió, las temperaturas de al menos 42 grados impactan a los cultivos, también las vacas ‘paceden del “estrés calórico”, están batallando en producir, por lo que se ha disminuido el promedio de producción de la leche regional, además de lo que ya había bajado.

El productor señaló que este comportamiento es “cíclico”, el calor sí está afectando, pero se vislumbra que llegando octubre y noviembre y la producción se llegará a normalizar, aseguró.

“Sí, hay estrés calórico, adicional de lo que todos los años acontece, que tenemos una disminución del 15 al 18% en estas fechas, se baja otro 5% adicional por la cantidad de calor”.

La actividad ganadera en los 19 municipios que comprende la Comarca Lagunera es un motor muy importante de la actividad lechera en el país. Con más de 380 establos tecnificados y la producción diaria aproximada de 10 millones de litros de leche, La Laguna ha aportado en el primer trimestre de 2019, 21% de la producción nacional, con un estimado de 606 millones 213 mil litros, según cifras del SIAP (Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera).

¿Qué es el estrés calórico?

Según explican sitios especializados en ganadería, el estrés calórico es una combinación de factores metabólicos y ambientales que actúan sobre el animal, impidiendo la disipación de calor metabólico, ocasionando la acumulación del exceso de calor y el incremento de la temperatura corporal. El estrés calórico es uno de los principales estresores para el ganado y ocasiona pérdidas considerables: disminuye la producción de leche y afecta su calidad, disminuye la ganancia de peso, disminuye la tasa de concepción y el índice de fertilidad y afecta de manera negativa al funcionamiento del sistema inmune.

Entre los rumiantes, los más sensibles al estrés calórico son los bovinos, debido a su elevada tasa metabólica y a que poseen un mecanismo de retención de agua a nivel renal y digestivo poco desarrollado. Entre los bovinos, el ganado lechero es más sensible que el ganado de carne.

arg


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