La producción de algodón dio auge al desarrollo económico de la Región, en donde se llegó a sembrar hasta 100 mil hectáreas, por lo que por más de 80 años este cultivo fue parte importante para Laguna.
El rendimiento de este cultivo originó la construcción de las plantas despepitadoras, llegando a tener cerca de 20 distribuidas en diferentes puntos de la región y que en la actualidad la mayoría de ellas han desaparecido.
La llegada de las fibras sintéticas al mercado mundial, así como los elevados costos de producción, la variación en el precio, la falta de coberturas, así como la cancelación de los programas de apoyo al campo, aunado al crecimiento de las ciudades, han dejado a los campesinos fuera de la siembra del algodón.
En 1988, México vive un proceso electoral en el que se genera el movimiento cardenista, que representaba la organización Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (FCRN), quienes toman las plantas despepitadoras, mismas que aseguran generó el declive de muchas de ellas.
José Natividad Navarro Morales, dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias en el estado de Coahuila, señala que a raíz de dicho movimiento se genera una división entre los productores y disminuye la superficie a sembrar, que es a partir de esa fecha cuando se da el "colapso del algodonero”.
Durante ese tiempo, asegura que la gente empezó a tener desconfianza por el temor de que su cosecha no fuera maquilada, de que se la fueran a robar.
“Los abandonaron, los saquearon, los vendieron y nosotros observamos el movimiento político, éramos minoría en la Región Laguna, el boom, eran los cardenistas”.
Fue Luis Donaldo Colosio Murrieta, como presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien apoyó al campesinado para crear dos nuevos despepites, uno de ellos en San Pedro, que es la planta Unificación Nueva Laguna ubicado en el ejido Lázaro Cárdenas, y el 20 de Octubre en Francisco I. Madero, los cuales a la fecha permanecen activos.
Ya como organización de productores algodoneros, se dan a la tarea de rescatar tres despepites, uno manejado cerca la Unión de Ejidos Francisco I. Madero”, el “20 de Noviembre” y la planta Díaz Ordaz que fue vendida por los cardenistas
“La planta “Francisco I. Madero” que era la más grande de Latinoamérica con dos máquinas despepitadoras en su interior, vendieron una y nada más quedó una, tiene patios y bodegas enormes”.
Intento de reactivar la industria del algodón
La nueva generación de algodoneros ha intentado reactivarse, por lo que se ha ido adquiriendo maquinaria moderna, con el objetivo de eficientar el trabajo al momento de integrar las pacas.
Tras haber sembrado más de 50 mil hectáreas de algodón en San Pedro y Madero, en 2019 se sembraron 16 hectáreas, 12 mil en el 2020 y en este año 8 mil, pues el resto ha emigrado a los forrajes y a las hortalizas.
A pesar de la decadencia en la producción de algodón, los campesinos aseguran que se trabaja para sostener los despepites que lucen abandonados.
“Estamos sosteniendo lo que nos dejaron aquellos compañeros campesinos que más por vocación se fueron por un movimiento político que lo único que hicieron fue destruir la infraestructura que por muchos años los gobiernos priistas construyeron para los algodoneros”. Actualmente, el precio del algodón es más favorable, lo que genera buenas expectativas para los productores.
Todo listo
Los pocos despepites que actualmente operan en el área de San Pedro y Madero se encuentran listos, pues aseguran los productores y socios, que se van a seguir defendiendo ante los recientes enfrentamientos que han tenido por el manejo y administración de dichas plantas.
Antonio Hernández, presidente de la Planta Despepitadora 20 de Octubre en Francisco I. Madero, recordó que en 2019 un grupo de campesinos identificados con el gobierno actual, intentaron apoderarse de la planta.
“No lo vamos a permitir que ellos vengan a gobernar aquí a los despepites, aquí tuvimos enfrentamientos a golpes. Tuvimos una elección el 7 de septiembre de 2019 en donde les quedó claro que los socios somos cenecistas priistas”.
En los próximos días se espera la llegada del algodón a las plantas despepitadoras, pues empezará la pizca manual, mientras que con maquinaria podría iniciar a finales del mes de agosto, por lo que se encuentran listas las plantas despepitadoras para realizar lo que se conoce como la “maquila”.
Actualmente en San Pedro se cuenta con 1,600 productores de algodón, quienes se encuentran integrados a la “Unificación Nueva Laguna”, mientras que en Francisco I. Madero existen 3,000, de los cuales 1,200 son de 12 ejidos de Matamoros y 1,800 de 28 ejidos de Madero.
EGO