Lagunero afirma ofrecerle 'ride' a dama del Desnivel 11-40: "mejor vete, porque si no yo te llevo a ti"

José Efren Rodríguez relató que pesé a ser escéptico, tuvo un encuentro inesperado en esa ruta, que solía ser temida por ser una de las más transitadas.

Desnivel 11-40 en Gómez Palacio, Durango. | Roberto Amaya
Antonio Ramírez
Gómez Palacio, Durango /

Las leyendas, unos de los relatos más increíbles que pueden envolver un lugar, no solamente porque eleva un sitio a un suceso de índole sobrenatural, mágico, épico, o incluso, para algunos, inhóspito y atemorizante, sino porque, sin importar la perspectiva, hacen de este mundo un lugar más interesante, tal es el caso del Desnivel 11-40 en Gómez Palacio, Durango. 

José Efren Rodríguez, de 68 años, originario de Torreón, Coahuila, relató para MILENIO como fue que hace aproximadamente 25 años tuvo un encuentro inesperado en esa ruta, que solía ser temida por ser una de las más transitadas, por ello protagonista de fatales incidentes viales. 

"Yo iba de Torreón a Gómez, yo trabajaba en un restaurante, iba yo en mi bochito, en mi Volkswagen, y di vuelta ahí para entrar a la colonia Mayagoita, en el Lienzo Charro, eran eso de las tres de la mañana, el lugar estaba desolado, completamente", contó José Efren. 

El lagunero detalló que mientras conducía alcanzó a divisar en la lejanía, "como a unos 20 metros", la silueta de una mujer, "ella iba caminando", explicó que portaba un cabello largo y negro, además de que su vestimenta era particular, pues portaba un vestido blanco, contrastante con el lugar y la hora. 

"Yo al llegar con ella le dije 'Oiga, ¿no gusta que la lleve?', y ella me contestó, 'mejor vete, porque si no yo te llevo a ti', así con esas palabras. Yo no iba en plan de conquista, yo lo hacía para ayudarla, por darle el ride, pero esas palabras que me dijo me perturbaron un poco".

La altura del "espectro"

José Efrén explicó que al escuchar la contestación quedó helado y simplemente avanzó el coche, así mismo destaco que ya cuando estaba cerca de ella se percató que su altura era algo extraordinaria, "eran yo creo unos dos metros". 

"Ya cuando llegue a la casa, le platique a mi esposa, y ella me contó la leyenda del canal, la del 11-40, y la verdad me dio mucho escalofrío, porque yo siempre fui una persona muy escéptica de estas cosas, no soy muy creyente, pero pues ni modo, me toco", concluyó José Efrén. 


arg


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