Fueron 8 balazos a quemarropa, los que recibió Alejandro Faudoa, de 28 años, por parte de un Policía Estatal de Caminos (State Trooper Costume), uno de ellos le atravesó el corazón, así lo confirmó Livier Quirino, madre del joven.
Los hechos ocurrieron el pasado 20 de septiembre de este 2023, en una de las carreteras estatales de Oklahoma, Estados Unidos.
También expuso que en el camarote del trailer de su hijo, le sembraron droga, con la finalidad de desviar el caso y justificar en cierta manera su muerte.
Alejandro contaba con doble nacionalidad, tanto de Estados Unidos como de México y parte de su vida la vivió en el ejido “La Concha” de Torreón.
Nacido en California y radicado en El Paso, Texas, Alejandro era propietario de un trailer rojo, justo donde fue abatido y muerto en la cabina de la unidad pesada.
La madre de Alejandro explicó que contrató los servicios de un buffet de abogados, así como un detective privado, quien realizó una exhaustiva investigación para saber si la muerte de su hijo fue un homicidio con alevosía y ventaja.
Argumentó que el policía le propinó ocho balazos; dos en la mano izquierda; dos en el intercostal izquierdo y cuatro en el tórax, de estos uno le atravesó el corazón.
Comentó que solicitó al Consulado de México y a la Secretaría de Relaciones Exteriores, que le tramitaran una visa humanitaria ante los Estados Unidos, para trasladarse a Oklahoma y así exigir justicia para su hijo.
Sólo tendría siete días de permiso y posteriormente solicitaría una extensión de tiempo.
El oficial estatal aún no ha sido arrestado sólo fue suspendido y la investigación se encuentra en curso. Aseguró que renunció a darle el último adiós a su hijo, a cambio de que su muerte no quede impune.
“Voy hacer todo lo posible para que el culpable de la muerte de mi hijo se le castigue, le ha arrebatado la vida a mi Alejandro”, exclamó.
Afirmó que el cuerpo de su hijo se encuentra en El Paso, Texas y este miércoles por la noche, saldría a Torreón, para llegar durante la mañana de este jueves al ejido La Concha.
Solicitó a los medios de comunicación, respeto al dolor de su familia, por lo que no darían entrevista y suplicó que no se publicaran imágenes y fotografías de rostro llorando.
EGO