"Me imaginaba que sería como en las películas, hasta picando piedras”, lagunero cuenta su estancia en las Islas Marías

Édgar Omar estuvo cerca de dos años en el Cereso 1 por robo agravado, pensó que era una cárcel como la que mostraban en las películas y picando piedras.

Las islas Marías, son un grupo de islas localizadas en el océano Pacífico a 112 km de las costas de Nayarit. |Fototeca Milenio
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila. /

Al amanecer del 1 de abril de 2016, el lagunero Édgar Omar se despertó al escuchar su nombre a voz de uno de los celadores del Centro de Reinserción Social número 1 de Durango. 

Por la hora que marcaba el reloj sabía que no se trataba de algo rutinario. Le pidieron que llevara solo lo necesario, tomó sus tenis más nuevos y su chamarra de pluma de ganso, luego se formó en una fila de 150 reos más en la caseta 1, que entre ellos rumoreaban un inminente traslado masivo

Sin que les dieran más detalles, cada uno firmó su pase de abordaje a su nuevo destino, que en ese momento era una incógnita. Sin embargo, desde el autobús que los llevaba hacia el aeropuerto, uno de los presos decía entre voces que había alcanzado a leer que iban rumbo a las Islas Marías

“Escuché que uno dijo ‘ya valió madre nos van a trasladar a las Islas Marías’. Primero habían dicho que sería a un Cereso de aquí de Durango, otros que al Altiplano, pero nadie pensaba que íbamos a las Islas Marías. De allá sabía que era una cárcel pero me imaginaba que sería como lo mostraban las películas, hasta picando piedras”. 
Así vivió Édgar Omar su estancia en la isla. (Especial)

El centro penitenciario de las Islas Marías se abrió en mayo de 1905 en el gobierno de Porfirio Díaz, quien decretó que la Isla Madre sirviera como colonia penitenciaria. 

No sería hasta a inicios de 2019 que el presidente Andrés Manuel López Obrador suprimió el decreto y fue cerrada la prisión para convertirla en centro turístico y cultural. Fue el pasado viernes 16 de diciembre cuando el mandatario federal declaró inaugurado como espacio turístico una zona que recibió reos de diferentes clasificaciones, entre ellos el escritor duranguense José Revueltas.

Puerto Balleto

Puerto Balleto, en la Isla María Madre, es actualmente el sitio que recibe desde hace unos días a turistas nacionales y extranjeros, tal como recibió aquel abril a Édgar Omar, luego de haber estado cerca de dos años en el Cereso 1 por el delito de robo agravado. Le esperaba otro mundo“Yo sólo pensaba que más hundido no podía estar”. 

El centro estaba dividido en secciones que se asemejaban a pequeños ranchos abiertos, entre ellos Laguna del Toro, complejo con celdas que recibía a los nuevos reos. 

Después eran distribuidos en zonas semi libres como El Aserradero, Morelos y Bugambilias, único sector donde el reo vivía con su familia. 

Luego de una serie de registros médicos y entrevistas psicométricas y psicológicas para determinar el nivel de peligrosidad, permanecieron 29 días en el área de celdas. 

A un lado dejó sus tenis nuevos y su chamarra de pluma de ganso, a partir de ese día su uniforme era color café claro con su número de cuatro dígitos impreso

Entre las tareas que de inmediato le encomendaron, mismas que no les pagaron aun cuando así lo establecieron en un inicio, era participar en la llamada “melga”, trabajos comunitarios a favor del penal. 

“Cuando llegamos estaba todo en pésimas condiciones porque tengo entendido que había habido un motín años atrás y nos tocó la friega. En Laguna del Toro estaba de ‘caché’ por ser de clasificación en la que estabas siempre dentro de una celda, luego me mandaron a Bugambilias”.

Economía al interior

Omar comparte que marcaba a su familia cada miércoles y le podían mandar hasta 700 pesos por mes en especie, por medio de papeletas con las que adquiría artículos en una de las tiendas, desde veladoras, pan, botanas o jamón; se tenía derecho a dos cajetillas de cigarros y a dos refrescos

De igual manera el penal suministraba a cada reo un kit de limpieza mensual que contaba con dos desodorantes de gel, tres rastrillos, papel sanitario, pasta y cepillo de dientes. Respecto a la comida, Omar consideró que los platillos eran bastante buenos a comparación de la deficiencia alimentaria que aseguró, había en su estancia en el penal duranguense, en el cual los internos con recursos preferían cocinar, ya que estaba permitido. 

En las Islas Marías también se manejaba el dinero en efectivo, que surgía de la venta de comida preparada por las esposas de algunos reos que ponían sus puestos para vender tamales, hamburguesas, tacos y otros antojitos, comprados por los mismos internos o personal administrativo y de seguridad del penal. 

Al ser un centro penal de semi libertad, los internos podían estar en cualquier zona de la isla, cuyo circuito a su alrededor es de 60 kilómetros y una extensión de 145 mil kilómetros cuadrados, eso sí, siempre cuando estuvieran presentes en las tomas de lista durante el día.

Funcionó como campo de trabajos forzados para delincuentes y centro de torturas de opositores al Gobierno. |Fototeca Milenio

Seguridad

Debido a los antecedentes de motines había una tregua entre las diferentes pandillas que radicaban en la isla, que según el lagunero entrevistado por MILENIO, era obligatorio pertenecer a una de ellas para tener mayor control entre los bandos

Desde los famosos cárteles mexicanos, hasta bandas de sureños, del Estado de México o los de Gómez Palacio, ésta última formada tras la llegada de varios provenientes de La Laguna, se encargaban de hacer que los suyos mantuvieran la paz, a veces de manera hostil al aplicar “El Cuadro”

“El cuadro era un método en el que se colocaba de pie algún acusado mientras cuatro integrantes de su propio bando le propinaban una golpiza durante 16 segundos, si te caías, la cuenta empezaba de nuevo sin repeler la agresión. Con eso se mantenía la tregua”. 

Sin embargo, tras una gresca a inicios del 2017 entre los del Estado de México y algunas bandas, autoridades federales optaron por cerrar las instalaciones y trasladar a los reos a diferentes prisiones

Por buena conducta a Édgar Omar se le redujo su sentencia que cumplió en el Cefereso de Oaxaca hasta salir en agosto del mismo año y actualmente dice estar cerca de Dios, incluso acude a la cárcel federal en Gómez Palacio a predicar.

EGO

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.