Aunque el puente termina este lunes, los laguneros no dejaron pasar la llegada de la primavera para salir de casa para acudir a visitar los parajes de Lerdo y de paso degustar unas ricas gorditas en el 'corredor del antojo' ya de todos conocido.
Un día de temperatura agradable, pero muy terroso no impidió a las familias agarrar calle y enfilar en sus automóviles ya sea de reciente modelo o “carcachitas” lo mismo que lo más cerca para disfrutar del paso del río Nazas que es el Parque Raymundo, que ir un poco más allá y entrar por Los Ángeles o bien ir hasta los Puentes Cuates.
Por lo pronto las ventas se elevaron desde el puesto de los elotes de la entrada al Parque Raymundo que acumulaba desde mediodía un fila de clientes y no se diga hacia los merenderos que se ubican en el ejido Los Ángeles en el llamado corredor del antojo, pues existen no menos de 20 restaurantes donde la gente puede degustar una gorditas de horno ya sea de comida o de cajeta o piña según el paladar; así como las clásicas gordas de harina y maíz de La Cabaña, donde su estacionamiento lucía lleno.
Del mismo modo estaban otros locales ubicados a la orilla de la carretera donde la gente hacía paradas a comprar ya sea algún chicharrón de cerdo con salsa, que una bolsa de agua de crema de coco.
El aforo lo mismo se aprecia en la carretera libre, que en el tramo de la autopista, pues algunos con unos pesos más les alcanzó para irse hasta la presa Francisco Zarco “las Tórtolas” y disfrutar de un rico pescado en alguno de los restaurantes de la cooperativa o dar un paseo en lancha.
En precisamente en este punto donde se observa una falta de señalamientos preventivos, de nomenclaturas o semáforos que alerten a los conductores sobre la entrada y salida de automóviles que van saliendo de la autopista, ya que es también aquí donde el tránsito se vuelve un cuello de botella al volverse de dos carriles y es cuando se han registrado entonces los accidentes con saldos lamentables. Por cierto, tampoco se pudo apreciar una sola patrulla.
El beneficio de este fin de semana largo y sobre todo este lunes con la llegada de la primavera, se pudo reflejar en eso precisamente, que son las ventas lo mismo en los restaurantes, en las tiendas de conveniencia donde las familias llegaban a las compras de botanas, cerveza, refresco y otros víveres, pero además a cargar el tanque de gasolina.
Antonio, despachador de la estación ubicada en el entronque de la carretera libre Lerdo-Cuencamé y la autopista Gómez Palacio-Durango, asegura que las ventas se han triplicado este día, pues la gente sale a los parajes del río que a la presa y es aquí cuando llegan a surtirse de combustible.
Sin embargo, la mayor afluencia se pudo apreciar en un viaje corto, que no tuviera tanto costo y poder volver de inmediato, al menos eso se pudo apreciar en el paraje conocido como Los Puentes Cuates, delante del cruce con Juan E. García y La Goma.
El escenario es contrastante, pues pese a la gran afluencia de vehículos, en el lado derecho de Puentes Cuates desde la entrada el terreno esta pedregoso, pero más adentro muchas toneladas de escombro que son regadas de manera clandestina y no se diga montículos de basura que seguramente son dejadas por mismos visitantes.
Las autoridades ni se ocupan, ni se preocupan por dar una limpia a estos sitios que son punto de encuentro de familias los fines de semana a partir de este periodo vacacional y hasta julio que concluyen los riegos, pues se aprecian familias que tienen que “convivir” entre el desolado entorno de basura y hierba seca, conformándose con ver el río correr ante sus ojos.
Del otro extremo izquierdo el entorno es mejor, pues se aprecia un camino más cuidado, menos basura y por ende los accesos mejor cuidados, lo que permite a las familias llegar en sus vehículos e instalar su asador o bien el espacio necesario para una mesa y un disco para comenzar a preparar los alimentos.
Así, los parajes de Lerdo se vuelven como cada año el lugar preferido de los laguneros, de las familias o de los amigos que salieron este fin de semana largo a disfrutar de los caminos, del sol, del terregal también y de la belleza natural del río Nazas, ese que no tiene ni Obama.
EGO