Desde sombreritos, botas, hasta piezas mucho más elaboradas son solo una muestra del talento y creatividad de las y los artesanos mexiquenses, quienes aprovechan esta temporada navideña para dar rienda suelta a su imaginación y crear las mejores propuestas, y con ello atraer a un mayor número de clientes.
Desde Jiquipilco, Vanesa Eugenio Chávez muestra la variedad de las artesanías elaboradas complementa a mano, orgullosa de la tradición que se comparte y distingue a la entidad mexiquense, para ella, además de una forma de emprender, representa la riqueza cultural e histórica de esa región.
“Yo elaboro la talabartería como botitas, monturas, monederitos, también elaboro un poco de bisutería artesanal. Eso lo elaboro con este piedras e hilo, tejo pulseras”.
El arte de la talabartería
La técnica de la talabartería, recuerda, la aprendió hace algunos tiempo, gracias a que un artesano dedicado a la elaboración de zapatos, quien dio impartió un taller, ahí conoció desde la experiencia, cómo elaborar estas piezas, ganándose además su confianza y admiración.
Actualmente, además de consejos, también sigue en contacto con él, ya que es uno de sus principales proveedores, pues reconoce a simple vista la calidad de la piel, el material ideal para confeccionar desde llaveros hasta otros productos más elaborados.
Las piezas que más llaman la atención de sus clientes son los llaveros, que toman como inspiración algunos elementos de la vida cotidiana, y a una menor escala, se convierten en pequeños adornos que pueden acompañar llaves, bolsos o mochilas.
“En la elaboración de un llaverito me puedo llevar unos 30 minutos. Ya tengo los moldes, corto la piel y ya nada más empiezo a pegar o a cocer”.
A través de su emprendimiento llamado Bisutería Mayahuel, Vanesa puede unir dos cosas que le apasionan, por un lado, el trabajo artesanal, y por otro, su formación académica, ya que gracias a este proyecto, puede costear los gastos y hacer realidad ese sueño.
“Con las ferias y espacios en donde nos permiten vender nos ayudamos mucho, yo, por ejemplo, estudio y me ayuda a solventar los gastos que tengo”, explicó.
Trabajos de joyería
Para la confección de piezas de joyería artesanal, Vanesa retoma varios elementos, entre ellos, piedras, hilos de diferentes colores y palma, dándole forma a sus diseños y convirtiéndolas en piezas únicas e inigualables, pues por más que se esfuerce ninguna queda igual que la otra.
Sus manos, detenidamente le dan forma a sus ideas, en algunos casos para una mayor precisión, dibuja o tiene un boceto en papel; pero la mayoría de las veces se da toda la libertad creativa y así sorprende con cada una de sus piezas.
“Mi mamá fue la que me enseñó, ella fue la que este desde chiquitas nos enseñaba hacer las pulseras, principalmente, y ya de ahí, pues yo empecé a buscar más que hacer y así fue como fui aprendiendo, viendo videos o los demás artesanos que luego te comparten como elaboran sus artesanías”.
“Me gusta hacer mucho los collares porque me desestresa mucho, me relajo y así; pero también los llaveritos porque pues ya cuando ves que queda bien bonito te emociona y sigues haciendo más”.
Artesanías de alta precisión
La talabartería es una de las ramas artesanales que se trabaja en el Estado de México, que junto con peletería, se enfoca principalmente en el trabajo del cuero y piel de animales para dar vida a una diversidad de productos.
Las características de la talabartería son los materiales de alta calidad, sobre los cuales se utilizan metales como el latón o cobre para adornos y herrajes, así como fibras vegetales como la pita.
Entre las técnicas destacan el curtido del cuero, el moldeado y el bordado, que permiten crear productos funcionales y decorativos, dando vida a sillas de montar, riendas y correas, artículos personales como carteras, bolsas, porta celulares, libretas, botas, botines, zapatos y cinturones, entre otros.
En el Estado de México, un Destino Hecho a Mano, no es solo una actividad económica sino una manifestación de identidad cultural, que refleja la relación de los habitantes de la región con su entorno natural y sus tradiciones rurales.
En municipios como San Mateo Atenco, Temascalcingo, Villa del Carbón, Nezahualcóyotl, La Paz, Capulhuac y Toluca, principalmente, este conocimiento que se transmite de generación en generación sigue siendo un pilar en la vida de muchas familias.
El Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM) cuenta con un registro de personas artesanas especializadas en esta rama de mil 797 maestras y maestros, de los cuales mil 170 son hombres y 627 mujeres.
El IIFAEM invita al público a adquirir estas piezas a través de las tiendas de Artesanías “Casart”, ubicadas en diversos puntos de la entidad mexiquense.
rdr