Apoyado en muletas, Doni Alan Verdugo recorrió las calles de Unión Juárez, municipio con 17 mil habitantes, enclavado en la frontera de México y Guatemala, como candidato a la alcaldía. Esta era la segunda ocasión que participaba representando a Morena y la ganó con 28.2 por ciento de la votación el pasado 1 de julio.
Verdugo es abogado, nació sin piernas pero considera que esta capacidad diferente es una bendición, de la cual ha aprendido muchas lecciones y salido adelante.
Su madre, Dorotea Aguilar, ama de casa, y su padre, Herminio Verdugo, campesino y luchador social, hicieron todo lo posible para que Doni estudiara y terminara una carrera, la cual concluyó en la Universidad del Tacana, en Tapachula. A pesar de tener estudios profesionales, tuvo que hacer frente a situaciones de discriminación por su condición física.
“En 2002 terminé mis estudios, y cuando toco las puertas para un primer empleo, lo primero que me miraron fue la parte de abajo de mi cuerpo y no la capacidad que tenía. No pudimos obtener un empleo y nos tuvimos que meter a la lucha social, pelear desde ahí.
“Ahí empezó mi vida, peleando, y hace 10 años comencé a laborar para el Colegio de Bachilleres de Chiapas, donde trabajó para llevar el pan de cada día para mi familia” afirma Alan.
Para Verdugo, el hecho de no tener piernas no ha sido impedimento para lograr sus metas, que ha tenido firmemente establecidas y por las cuales ha trabajado; hace tres años decidió participar en una contienda electoral.
Tres años atrás participó como candidato a alcalde de Unión Juárez por Morena, obtuvo el tercer lugar con mil 412 votos y en esta elección fueron 2 mil 475 sufragios los que lo llevaron al triunfo, relata.
Afirma que el apoyo de sus seres queridos y las ganas de demostrar que puede valerse por sí mismo, han sido el impulso necesario para luchar por sus sueños, como el de ser alcalde.
“Dios determinó darme una gran bendición, porque eso es, una bendición. Hemos sufrido algunas marginaciones desde la infancia, pero le hemos demostrado a la sociedad que nosotros, las personas con capacidades diferentes, podemos valernos por nosotros mismos, y que tenemos la capacidad para servir dentro de una administración municipal”, explicó Alan.
Su esposa, Yanet Díaz, cuenta que durante la campaña fue objeto de discriminación por parte de los otros candidatos, al grado de hacer un llamado a “no votar por el cojo” o de hacerle guerra sucia.
“Hay gente que piensa que es una persona muy especial, incluso algunos contrincantes en campaña decían que él no iba a poder hacer ciertas cosas y que no llegaría a comunidades; realmente le demostró su capacidad a todo el ayuntamiento que ha ganado”, explica Yanet.
Hoy, como alcalde electo, afirma que va trabajar en beneficio de los más necesitados, especialmente de quienes tienen impedimentos físicos para llevar una vida normal, o a personas con capacidades diferentes.
“Creo, sobre todo, que algo les impactó y voy a trabajar por ellos, por la gente con discapacidades y muchos otros abandonados en una silla de ruedas, sin ninguna cama, pidiendo limosna, aquellos por los que ninguna instancia federal se ha preocupado.
“Creo que si Andrés Manuel López Obrador nos ayuda, voy a luchar por ellos y a abrir un área de atención. También buscaré que haya discapacitados trabajando conmigo en el ayuntamiento, para que juntos mejoremos el municipio”, afirma.
Por el momento, su triunfo en las urnas está en proceso de impugnación por parte del Partido Verde Ecologista de México, que afirma que hubo anomalías.
Sin embargo, Doni Alan Verdugo tiene la confianza de que todo saldrá bien y que podrá llegar a la alcaldía y cumplir los sueños que se propuso para gobernar.
Reitera que el hecho de no tener piernas no es un impedimento para alcanzar sus metas, y que para él esto es una bendición.
Las piernas no gobernarán
HISTORIA
El virtual alcalde de Unión Juárez, Chiapas, dice que ha aprendido muchas lecciones y ha salido adelante a pesar de no tener extremidades; denuncia discriminación política.
Chiapas /
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