Los dueños de lavaderos de autos quieren negociar con el estado, que les permitan trabajar por lo menos cinco días a la semana, parando varias horas o tomando algunas restricciones en el consumo de agua, pues aseguran que tener que cerrar por la crisis de agua sería la muerte para estos negocios.
Allan Turrubiates, dueño de Daytona Car Wash, uno de los más grandes establecimientos en el sur que ofrece el servicio de lavado de carros y de los muy pocos legalmente establecidos, explicó que desde hace un mes cuando se comenzó a hablar sobre la crisis hídrica, su negocio tomó medidas para reducir la cantidad de agua fresca que se estaba usando en el proceso.
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En el caso de Daytona Car Wash el 80% del lavado se hace con agua reciclada, y sólo el 20% se hace el servicio que distribuye la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, técnicamente en la última fase, que es para quitar los jabones, asegura que están gastando 60 litros por cada unidad que ingresa a la máquina, cuando las personas que lo hacen sólo con manguera consumen 500 litros, los que usan manguera y cubeta ocupan 120 litros.
El empresario informó que desde la semana pasada que comenzaron los tandeos de agua han tenido que parar varias horas, pues la cisterna se vacía y a veces no alcanza a llenar, sobre todo en la sucursal ubicada sobre la calle 10 en Ciudad Madero, donde el servicio de tubería se suspende durante el día y la tarde.
Sin embargo manifestó que está muy preocupado por la información que dio la Secretaría de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas, donde se habla de que este tipo de negocios deberá parar, pues indicó que eso sería la muerte económica, pues en su caso debe pagar renta, además de las 60 familias que dependen del lavado.
Por esa razón dijo estar muy interesado en poder hablar con las autoridades, que todavía no se acercan con los establecimientos, para poder llegar a un acuerdo y no tener que cerrar del todo.
“Estamos buscando propuestas donde yo como comercio de autolavado no tenga que cerrar al 100%, de aquí dependemos alrededor de 60 familias, estoy dispuesto de ver la manera de cómo reducir el consumo, que podamos cerrar en algún un horario, algunos días, pero esto lo tendría que platicar con alguna dependencia, no se han acercado pero es muy importante que se acerquen me interesa mucho platicar con alguien y encontrar una solución para esta problemática”.
Allan Turrubiates indicó que tener que parar por completo sería perder todo, pues no contaría con un ingreso fuerte para poder pagar los gastos de operación, así que tendrían como opción sólo brindar el servicio de aspirado y limpieza de tablero, lo que significa una pérdida del 85% de los ingresos.
SJHN