Jorge Vargas Fausto, presidente de Lerdo Histórico Asociación Civil, calificó de oportunas las obras de reparación del muro frontal de Palacio Municipal que amenaza con venirse abajo, ya que se trata de una construcción de 1865 y una segunda etapa en 1905 con la edificación del Salón Azul en el segundo piso.
Sin embargo, demandó a la autoridad municipal apegarse a las normas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para regular el ruido que se genera cuando hay bailes o eventos masivos, ya que los materiales que se usaron están demasiado vulnerables que frente a altos decibeles pudieran afectar la estructura.
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Edificio histórico
Recordó que la rehabilitación de las fachadas de la presidencia municipal ha acontecido en dos ocasiones, siendo la primera en 1984 cuando una de las laterales cercanas a la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús se tuvo que demoler la fachada precisamente para hacer la obra nueva.
El entrevistado fue más tiempo atrás, al referir que entre 1864 y 1865 es cuando cuando se construye la primera planta del Palacio Municipal, se hizo entonces con material de adobe y por muy buena calidad que pudo haber sido el tabique, a estas alturas con la humedad como en el paso del tiempo, su consistencia es muy frágil.
“Cuando se construye en 1905 el Salón Azul, es posible que las obras que se hayan hecho en la parte baja se hayan afectado por diferentes razones y consideran que una de estas pudieron haber sido fugas que tienen los desagües y que pudieron haberse filtrado entre los adobes y con esto afectar su solidez. Estamos hablando de un hecho de 1865 cuando la presidencia municipal se comenzó a construir”.
Vargas Fausto explicó que según antecedentes,en el año de 1989 es cuando se comienzan a ver algunos movimientos más graves en su estructura y se trabajó por ello en la restauración en 1998 en el Palacio Municipal con recursos federales del propio INAH, encontrando deficiencias en la estructura de sus muros, donde los adobes eran prácticamente talco y se desmorona.
Ahí lo que hace el municipio es dar mantenimiento y enjarrar, pero no se revisó a fondo el origen y es ahora necesaria una rehabilitación a fondo, de ahí que es oportuna la decisión del gobierno de Homero Martínez proceder a su rehabilitación y tomando en cuenta al INAH para preservar su legado histórico.
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ACA