El estado de Jalisco está lleno de historias y se cree que ha sido habitado desde hace más de 15 mil años, pues en él se han encontrado vestigios de distintas culturas, tiene la bebida más conocida del país, el tequila y es uno de los estados más representativos.
En Guadalajara, capital de Jalisco, hay plazas coloniales y sitios icónicos, como el Teatro Degollado, de estilo neoclásico, y la majestuosa Catedral de Guadalajara, con sus agujas doradas gemelas. Sin embargo, también es un lugar con distintas leyendas... En esta ocasión te contaremos la leyenda que hay alrededor de “El árbol del Vampiro”.
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La Leyenda del Árbol del Vampiro
Esta historia data del año 1880, en el siglo XIX… Los pobladores cuentan que en esa época había un extranjero, un hombre que había llegado de Europa, muy elegante y a la vez misterioso. Las personas describen a ese hombre cómo uno bien parecido, alguien de mirada enigmática, con elegancia incluso al hablar, sin embargo; muy reservado.
Todo parecía transcurrir de manera normal, hasta que, sin motivo aparente, empezaron a aparecer muertos distintos animales de la zona, perros, gatos, etc. Pero la muerte de esos animales no ocurría de manera “normal”, todos ellos aparecían sin sangre y con señales de haber sido mordidos en el cuello.
Los habitantes de Guadalajara atribuían las muertes a una epidemia, y tiempo después no sólo eran animales, sino también personas, y todos compartían la singularidad de no tener sangre.
Todos concluyeron que los actos eran obra de un “vampiro” y señalaron al extranjero, lo que provocó que quisieran acabar con él, buscaban acorralarlo o exorcizarlo, pero sabían que la única forma de deshacerse del vampiro era enterrar una estaca en su corazón.. y fue justo esto lo que pasó.
Un día, atemorizados, le clavaron en el corazón una estaca hecha con una rama de camichin y lo enterraron en el Panteón de Belén. Después, de la tumba del vampiro surgió una grieta de donde salió una rama que terminó convirtiéndose en un enorme y majestuoso árbol de camichin.
El árbol no ha sido cortado por temor a que algo suceda y algunos habitantes aseguran que cada vez que una rama de dicho árbol es cortada, caen gotas de sangre.
Hoy en día sigue en ese lugar y puede ser visitado por quien tenga el valor.
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