El estado de Guanajuato es uno de los 30 estados de la República Mexicana, es conocido porque cuenta con seis pueblos mágicos, dos ciudades patrimonio, zonas arqueológicas y áreas naturales protegidas.
Además, la entidad alberga leyendas dignas de contar a sus visitantes. Las historias más famosas del lugar son: El Callejón del Beso, la leyenda de “El Pípila”, la de La Casa de los Lamentos, la Momia Viviente y la Leyenda del Brinco del Diablo.
En esta ocasión, hablaremos sobre la leyenda acerca del Callejón del Beso.
Dicho callejón se encuentra atrás de la Plaza de los Ángeles, donde los pobladores relatan una historia romántica atrapada entre sus paredes, de apenas 69 centímetros de ancho. En él, se lleva a cabo un ritual que dicta a toda pareja que lo cruce, que debe darse un beso en el tercer escalón pintado de rojo, para disfrutar de siete años de felicidad, de lo contrario; tendrán una vida de mala suerte que se extenderá por el mismo tiempo que dicta la tradición.
El ritual se originó por la leyenda, que es de las más conocidas sobre las calles del estado…
La Leyenda del Callejón del Beso
La leyenda cuenta la historia de una mujer llamada Carmen que estaba en vísperas de casarse con un hombre rico de la región y cuyo padre era un español controlador. Un día, paseando por las calles de Guanajuato, conoció a Luis; un humilde minero, que también le correspondía.
El padre de Carmen le había negado el permiso de estar con él, sin embargo, la pareja se reunía todos los días en secreto para no ser descubiertos, al menos hasta que el rumor de los encuentros llegó a los oídos del progenitor de dicha mujer. A manera de castigo, Carmen fue encerrada en su habitación.
Abrumado por su ausencia, el humilde minero fue a buscar la casa de la mujer, la cual se ubicaba en un estrecho callejón, sobre el cerro del Gallo. Luis buscó alternativas y se dió cuenta que, para su suerte, la casa del vecino de su amada estaba lo suficientemente cerca de la ventana que daba hacia la habitación de Carmen.
Con tal de estar cerca, Luis contactó a los dueños de la casa aledaña y ofreció una suma de dinero. Al ver el interés de éste, los dueños aumentaron el precio, así que el enamorado, cegado por sus sentimientos, aceptó la suma de la casa y la adquirió aunque eso significaba invertir todos sus ahorros.
Días después de la compra, Luis tocó la ventana de la mujer y ella salió a su encuentro. Desde ese día, acordaron verse todas las noches de balcón a balcón, la distancia perfecta para fundirse en apasionados besos.
El encanto terminó cuando el padre de Carmen se percató de la situación, el enojo provocó que un día fuera en busca de los amantes y tras confirmar sus sospechas, tomó una daga para atravesar el corazón de su hija y asesinarla.
El destino de Luis es incierto, algunos relatan que intentó salvar a Carmen y cayó justo en el tercer escalón, perdiendo la vida. Otros, mencionan que al perder a su amada decidió ir en busca de ella, quitándose la vida en la Mina de Valenciana.
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