Un lugar llamada "Palmira" donde algún día hubo construcciones, propiedad de los hacendados de hace décadas, ubicado en la parte baja del municipio de San Pedro entre los ejidos Candelaria, Nuevo Candelaria y Tacuba.
Ahí se encuentra ese pequeño espacio, resguardado por pinabetes lúgubres y uno que otro pedazo del ladrillo que quedó de esas construcciones, además de unas ruinas de compuertas de riego.
De ese lugar llamado "Palmira", se dicen muchas cosas, pero la más interesante es la que llama a los pensamientos más ambiciosos, un tesoro que ahí está enterrado, cierto o no, muchos han querido averiguarlo.
Y sí, si caminas de noche o de día por ese sector, donde pasa una brecha para llegar de un Candelaria a otro, podrás ver varias excavaciones, hechas por quienes se aventuraron sin saber, aseguran, que ese tesoro está maldito y sólo a quien le toque o tenga los medios para quitar la maldición, lo obtendrá.
Dicen que hay personas que han encontrado una que otra moneda, tal vez para ellos sin valor, pero que pone al descubierto de que algo valioso está ahí, resguardado, unos comentan que por el "hombre del morral".
"El hombre del morral"
Muchos lo describen así, dicen que varias personas han visto a este personaje, que es un hombre de edad avanzada, con ropa de manta, de la que usaban los antiguos trabajadores, su sombrero ancho, como de palma y su singular morral.
Habitantes de los ejidos aledaños al pasar por terreno de "Palmira", lo han visto, de día, de tarde y de noche, para él no hay horario, nadie sabe quien es, sólo aparece, luego se esfuma sin dejar rastro alguno.
Puede que sea el vigilante del tesoro, y anda en busca de el o la elegida o simplemente, jamás dejará que se lo lleven, hasta que la maldición sea quitada y él pueda descansar en paz, ese es el lugar, un lugar llamado "Palmira".
EGO