Para Blas López Zavala, pedagogo con 36 años de experiencia educativa y coordinador de la Unidad “José Revueltas” del Centro de Investigación e Innovación para el Desarrollo Educativo, los errores encontrados en los libros de textoson corregibles, aunque destacó que para calificarlos hay que conocerlos primero.
Refirió que en ese sentido, en el tiempo y transcurso del ciclo escolar, los docentes deberán ir a reorientar el enfoque de los mismos, más admitió que el tema representa un retroceso en lo académico, sobre todo cuando se viene de una pandemia de dos años donde la educación fue a distancia.
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Con licenciatura en Educación Básica en la Universidad Pedagógica Nacional, maestría en Investigación Educativa en el Ministerio de Educación Superior de Cuba y doctorado en Ciencias de la Educación en la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), además de haber sido director de la Escuela Normal Superior “General Lázaro Cárdenas del Río” en Lerdo, el investigador expresó la importancia de no politizar los libros de texto y pidió no llevar el debate con filtros políticos.
"Es muy pronto para emitir una opinión sobre los libros, de lo que se sabe es que hay errores que han estado marcándose, pero estos son fáciles de corregir por los maestros cuando trae una fecha mal, datos o una palabra mal escrita y que en la clase ya sea que lo aclaren por medio de capacitación, corrigen en la enseñanza... Los libros por sí mismos no guían la enseñanza”, dijo.
Refirió que basados en los principios de la enseñanza que se incluye en la Nueva Escuela Mexicana, habrá que conocer entonces qué tanto se empata con el contenido de los libros de texto, ya que este será un proceso hasta que los libros se apliquen y que por consecuencia será a largo plazo, ya que eso será más interesante que el identificar algún error.
A pregunta expresa, dijo que para criticar, primero hay que conocer y para eso hay que tener dichos textos en las manos, para hacer una profunda revisión.
López Zavala refirió que afortunadamente ahora con la modalidad del codiseño, se da la posibilidad de que los profesores puedan hacer los ajustes necesarios para los temas que se tengan que incorporar o corregir.
“Si los libros de texto tuviesen errores garrafales, hay que decirle a la autoridad educativa y posiblemente en versiones posteriores se tendrán que ir corrigiendo, lo cual quizá es un proceso lento, pero debe hacerse”, explicó.
Identifican fallas pero también aciertos
En su opinión, dijo que más que un debate en los medios, se requiere tener dichos libros en la mano y entonces, como especialistas, poder dar una opinión más efectiva y congruente.
En lo personal dijo que ha estado revisando algunos, pero aún no tiene la versión completa de todos, citó por ejemplo que en los libros de primer grado observó que se incluyen demasiadas instrucciones y mucho texto, lo cual resulta poco comprensible cuando los infantes no los pueden leer en un primer momento.
De igual forma, destacó que habrá que ver también el peso que traen las matemáticas entre lo que está en los libros y lo que en esencia los maestros le puedan agregar en esas deficiencias encontradas.
Respecto a la decisión del ministro Luis María Aguilar de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al impedir la distribución de libros en Chihuahua, el investigador y catedrático expuso que su razón tuvo que haber tenido para emitir dicho dictamen y en ese sentido señaló que las autoridades educativas deberán acatar.
Por último, dijo que en la construcción del modelo de la Nueva Escuela Mexicana ha habido fallas como también aciertos, por lo que en ese proceso hay errores evidentes y otros no tanto; sin embargo, dijo que mucho dependerá en el próximo sexenio y advirtió que de haber un cambio de rumbo, un factor importante que no debe perderse de vista es el darle al maestro la posibilidad de que diseñe sus propias materias.
Cabe destacar que el Centro de Investigación e Innovación para el Desarrollo Educativo tiene como objetivo crear proyectos de innovación e investigación para mejora de las escuelas del estado de Durango.
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