Durante los últimos años tomó fuerza la adecuación y apertura de parques caninos en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG). Estos pueden significar un espacio para desarrollo de los perros, pero al no registrarse un seguimiento también puede haber consecuencias en el convivio entre animales.
En municipios como Zapopan, Guadalajara y Tlaquepaque han sido abiertos dichos parques. Estos son áreas delimitadas con malla ciclónica que cuentan con espacio para que los canes puedan correr y diferentes juegos como gusanos, elementos para zigzag y demás actividades físicas.
En principio, hablemos de los beneficios que pueden aportar los parques. Al respecto habló el entrenador canino, José Manuel Lomelí, quien asegura que estos espacios ayudan al desarrollo físico, de convivencia y de educación, pues los perros aprenden a través de observar a los humanos y a partir de la convivencia con otros canes.
“Los parques caninos también te ayudan en lo cardiovascular tanto en los perros y los humanos porque se permite al perro desarrollar ejercicios. Desde el momento en que sales de casa con el perro ya estás haciendo ejercicio. Otro punto importante es que también ayuda en lo cíclico ¿por qué? porque los humanos vemos cómo interactúan los perros entre ellos, la libertad de expresión por su propia naturaleza y les ayuda psicológicamente”, comentó el especialista.
La actividad física para los animales de compañía es necesaria para su desarrollo y comportamiento al interior de su hogar, por lo que los parques han servido para que estos sean complacidos en dicha necesidad. Sin embargo, no es fácil que mascotas de diferentes razas, tamaños y conductas puedan convivir en un espacio delimitado.
Es ahí donde el entrenador Manuel Lomelí observa una limitante en los parques caninos. Estos espacios carecen de la presencia de personas especializadas en el comportamiento animal y por lo tanto pueden generarse situaciones de conductas o de hasta peleas entre canes que comparten el mismo lugar.
“Si no hay una persona conocedora en el tema de los animales, estos se convierten realmente en un problema, en un foco de infección fuerte. Mucha de la gente que va al parque trata de socializar cuando hay un protocolo para eso y cuando un perro llega a un parque lo primero que quiere hacer es enfrentar. Las personas no pueden controlar a sus perros y hay problemas de salud”, agregó.
Por tal razón, el especialista recomendó a los gobiernos municipales atender dichos espacios que fueron abiertos. Finalmente esos son visitados por muchos vecinos, pero las autoridades municipales no han dado seguimiento para dar mantenimiento y atender a los visitantes.
Actualmente, el único parque canino que cuenta con presencia constante de especialistas es el Metro Can, ubicado en el Parque Metropolitano. El tamaño de este espacio es de 2.5 hectáreas.