Desde su creación, la pirotecnia ha sido utilizada en las celebraciones del año y esta se ha ido modificando con el paso del tiempo, pero además de hermosa, puede ser un arma incluso letal en las manos equivocadas, pues su explosión cerca del cuerpo puede causar heridas, amputaciones, pérdida de ojos o incluso la muerte.
A lo largo de Torreón es común escuchar las detonaciones y explosiones de los llamados “cuetes”, sobre todo en fechas como el 24, 25 y 31 de diciembre, así como el 1 de enero, pues esta práctica se ha vuelto una tradición tanto en la región como en diversas zonas del país.
Esta práctica puede ser de gran peligro para todos, pues las lesiones que se provocan no discriminan entre niños y adultos y a pesar de las prohibiciones de la ley, así como las campañas de concientización que corporaciones como Bomberos, Protección Civil y Cruz Roja realizan año con año sobre evitar la pirotecnia, no hay una disminución en su uso.
Además año con año se presentan casos de personas con quemaduras y lesiones por explosiones de pirotecnia, así como incendios provocados por esta, por lo que en Milenio, le presentamos algunas de las lesiones que se pueden provocar, así como algunos de los casos de este año.
Tipos de pirotecnia
A pesar de que desde hace más de tres años en Coahuila la venta y uso de pirotecnia es ilegal, en el centro de Torreón se mantiene la práctica a escondidas, de la venta de estos artefactos.
En un recorrido por el principal mercado de frutas y abarrotes del poniente de la ciudad, fue posible ver cómo algunos comerciantes de manera “discreta”, ofertaron sus productos para las celebraciones decembrinas de navidad y año nuevo.
Los precios eran variados e iban desde una pieza hasta el mayoreo, sin importar la edad, niños, jóvenes y adultos pueden comprar en estos lugares todo tipo de artículos con pólvora que prometen diversión, humo, estruendos, luces y sonidos diferentes, dependiendo de lo que se compre, donde desde 5 pesos, te puedes llevar algo.
Algunos de los “cuetes” mas famosos que se pueden adquirir en la región son los llamados cañones, R-15, M-16, chifladores, bombas de humo, cebollitas, palomitas que van desde los tres hasta los 30 centímetros, jarritos, abejorros y cerrillitos entre otros.
Los comerciantes señalaron en una plática casual, que si bien las ventas repuntan en el mes de diciembre, ellos comienzan a vender desde el 28 de octubre, día de San Judas Tadeo, pues en cada danza y altar es común escuchar la detonación de estos “cuetes”.
Lesiones
La pirotecnia que actualmente se utiliza, contiene diversos componentes químicos además de la pólvora, entre los que se encuentran el nitrato potásico, el carbón y el azufre, así como diversos colorantes.
Al prender y explotar, estos componentes pueden causar una serie de diversas heridas y lesiones en el cuerpo humano, sobre todo en niños, ya que su tiempo de respuesta y reflejos son más lentos en comparación a los de un adulto, quien rápidamente podría lanzar el artefacto antes de que este explotara.
De acuerdo al manual de Urgencias Médicas de la Cruz Roja Mexicana, existen diversas heridas que pueden ser provocadas en los tejidos blandos por el uso de pirotecnia, y se dividen en abrasiones, laceraciones, avulsiones, amputaciones, heridas por explosión y quemaduras y el tiempo de recuperación y tratamiento de cada una, dependerá de su magnitud y profundidad.
Abrasiones: Raspaduras y rasguños simples, en la que la capa externa de la piel se daña pero no hay penetración de todas sus capas. Estas pueden variar en gravedad y en ellas también se incluyen las quemaduras por fricción y puede no existir sangrado en ellas.
Se trata de una de las lesiones de menor tiempo de recuperación, pero también una de las más dolorosas, puesto que la tierra u otras substancias se incrustan en la piel y hay un riesgo de infección mayor.
Laceraciones: Es una herida cortante y puede tener bordes regulares o cruentos. Este tipo de herida se produce a menudo con un objeto de borde afilado, pero también puede ser el resultado de un golpe o impacto intenso con algún objeto, es decir que una explosión o el impacto de alguna de las partículas de la pirotecnia pueden causar la herida.
Su tiempo de recuperación puede ir de días a meses, dependiendo de la profundidad de la herida y el daño que pueda causar en vasos, tejidos y piel.
Avulsiones: En una avulsión, colgajos de piel se desprenden o denudan por completo, en este tipo de incidente la piel se desprende como si fuera un guante o se abre como una granada y cuando este tipo de heridas se presenta el tejido pierde irrigación de sangre y la provisión de oxígeno y muere rápidamente.
Es una de las lesiones más comunes en explosión de pirotecnia en las manos, se presenta de manera más frecuente en niños a quienes les explota algún artefacto de pirotecnia, pues al prenderlo no alcanzan a lanzarlo y sus manos quedan con la palma abierta y con exposición, incluso de huesos. Se trata de una de las heridas con una recuperación más lenta, pues pueden ir de meses a años, dependiendo de la magnitud del daño.
Amputaciones: Se presenta cuando alguna extremidad se corta por completo, dedos, manos, pies, u orejas se seccionan por completo mediante un corte o un arrancamiento y en ocasiones puede observarse piel con bordes irregulares y extremos óseos .
En relación a las amputaciones por el uso de pirotecnia, los casos que se han presentado en la ciudad en los últimos años, es la pérdida de dedos de las manos por la explosión de pirotecnia de alto calibre.
Heridas por explosión: Cuando una persona sufre una lesión por estallido, puede experimentar una combinación de todas las lesiones ya descritas.
Este tipo de explosiones de dan cuando se junta un grupo de diversa pirotecnia para encenderla junta, lo que puede ocasionar una reacción en cadena, o cuando se introduce la pirotecnia en botes o espacios cerrados.
Además de estas heridas, las quemaduras están a la orden del día cuando de pirotecnia se trata, el grado de cada una así como el daño que causan también se describen en el manual de Urgencias de la Cruz Roja Mexicana y son las siguientes.
Quemadura de primer grado o superficial: Afecta sólo la capa externa de la piel y se caracteriza por el enrojecimiento cutáneo. Esta quemadura se resuelve por sí misma sin dejar cicatriz y su tiempo de recuperación puede ser de horas a días.
Quemadura de segundo grado o de espesor parcial: La primer capa de la piel se quema en su totalidad y la segunda capa se daña, pero la quemadura no alcanza los tejidos subyacentes.
Existe dolor profundo e intenso, enrojecimiento notorio, formación de ampollas y un aspecto manchado en la piel.
Las quemaduras de este tipo causan aumento de volumen y formación de ampollas durante 48 horas después de la lesión. Cuando se atienden con cuidado, las quemaduras de segundo grado se pueden resolver por sí mismas y dan origen a una formación escasa o nula de cicatriz, su atención requiere intervención médica y su tiempo de recuperación es de días a semanas.
Quemadura de tercer grado o de espesor total: Todas las capas de la piel se dañan, por lo general se muestra una carbonización de los tejidos con tonalidades café o negra o zonas secas y blancas. Dan un dolor intenso o si se quemaron los nervios suficientes no hay dolor en absoluto, excepto en la periferia de la quemadura, donde por lo general hay quemaduras de primer y segundo grado.
En este tipo de quemaduras es necesaria la colocación de injertos de piel, además de que dejan cicatrices densas y pueden afectar músculo, hueso y órganos y su tiempo de recuperación puede ir de meses a años.
Accidentes en 2019
Además de causar daños en el ser humano, el uso de pirotecnia también puede causar siniestros como incendios que afectan a terceros, tal como ocurrió durante la semana de festejos entre el 24 de diciembre y el primero de enero.
En estas fechas, el departamento de Bomberos de Torreón informó que más del 50 por ciento de los incendios que atendieron a lo largo de la ciudad, fueron causados por la quema de pirotecnia.
Ejemplo de esto fue que entre el 31 de diciembre y el primero de enero, atendieron 12 incendios en terrenos baldíos y un incendio al interior de una empresa marmolera donde se quemó madera, todos provocados por el uso de pirotecnia en los alrededores del lugar.
Ante esto, el comandante de Bomberos, Raúl Hernández Gómez, continúo exhortando a la ciudadanía de evitar el uso de pirotecnia tanto en las festividades como en el resto de los días, sobre todo en los niños, quienes son más propensos a sufrir un accidente que los deje con lesiones de gravedad.
En relación a los accidentes humanos, en la región se suscitaron dos durante los festejos decembrinos, uno en Torreón y uno más en Ciudad Lerdo, en el caso de Torreón un niño con quemaduras que mantienen su vida en peligro y en Lerdo, un hombre con lesiones en una mano por la explosión de un cañón de pirotecnia.
Internado en el Hospital Infantil
Se trata del pequeño Rafael de 10 años, quien se encuentra internado en el Hospital Infantil de Torreón, quien durante la noche del 24 de diciembre, se encontraba jugando a las afueras de su domicilio, en la colonia Eduardo Guerra.
Al niño le cayó encima uno de los “cuetes” que estaban prendiendo varios niños y adolescentes cercanos a él y esto provocó que su ropa se quemara, además inhaló sustancias tóxicas que le provocaron quemaduras internas en la vía aérea y parte de sus pulmones.
Desde la noche del 24 el pequeño se encuentra en estado de salud grave al interior del Hospital Infantil, con quemaduras en la piel e internas, siendo estas últimas las más graves, por lo que los médicos lo mantienen entubado y con un pronóstico reservado, pues sus probabilidades de sobrevivir son del 50 por ciento.
El segundo caso es el de Enrique de 40 años, quien los primeros minutos del 1 de enero encendió la mecha de un “cuete” que se prendió en su mano izquierda, provocándole graves lesiones en dos dedos.
Este accidente ocurrió en la colonia Villa Jardín, de Lerdo, donde Enrique usaba pirotecnia en compañía de su familia, cuando al encender uno de los “cuetes”, no alcanzó a lanzarlo y este terminó estallando en su mano.
El lesionado ingresó al ISSSTE de Lerdo con amputación de los dedos índice y el pulgar izquierdo, así como pérdida de piel y fracturas en partes de los dedos medios y anular, presentando un estado de salud estable.