Con una aguja y un hilo, Maclovia Ramírez Amador borda diferentes prendas, con mucha dedicación y paciencia. Es originaria del municipio de Jaltocán y desde pequeña aprendió este oficio; ahora a sus 75 años, continúa con esta labor con la que enaltece la cultura de la huasteca hidalguense.
En entrevista para MILENIO, Maclovia Ramírez relata que empezó desde muy pequeña a aprender el bello arte del bordado.
“Empecé a bordar desde los 11 años porque quedé huérfana, se murió mi papá y entonces como qué Dios me dijo que me enseñara a coser, luego se casó mi padrino Aníbal y su esposa sabía coser y yo me paraba cerquita de ella para ver como bordaba… ya después vinieron unas monjitas que trajo el padre Germán hace muchos años, yo tenía como 11 o 12 años y ya nos empezaron a pedir pedacitos de tela, manta y nos enseñaron a bordar”, puntualizó, la artesana huasteca.
Maclovia es de familia humilde y en el arte del bordado empezó a obtener ingresos para ayudarse económicamente.
“De esas costuras que yo hacía me compraba mis huaraches, me compraba mi ropita, porque no teníamos papá, mi mamá se había ido a trabajar a México, mis hermanas estaban chiquitas”, enfatizó.
Además, refiere que el tener un hilo, una aguja y empezar a bordar, le ayuda a relajarse, pues es una actividad que le agrada mucho.
“No me he enfadado bordando porque es una terapia muy buena, si una persona está diabética, o tienes algo, se te olvida que estás enferma, te pones a bordar y a bordar”.
Sus creaciones y bordados destacan por su creatividad y dificultad en la elaboración y gracias a ellos, recientemente ganó el primer lugar en el concurso artesanal organizado por la Secretaría del Bienestar e Inclusión (SEBISO) del gobierno de Hidalgo, con un mantel de mesa con medidas de 3 x 2 metros que empezó a bordar durante la pandemia del Covid-19, y el cual tardó alrededor de tres años en terminarlo, pues luce lleno de flores características de los bordados huastecos.
“El mantel lo empecé a bordar desde antes de la pandemia de a poquito de a poquito… ya no lo pienso vender, porque ya no pienso hacer otro, lo voy a dejar aquí para la familia, una fiesta de 15 años o un matrimonio o un cumpleaños de alguien”, indicó.
“Hacemos guayaberas bordadas, vestidos, trajes típicos regionales de acá de la huasteca para bailables, también los trajes de Juan Diego y los trajes de inditas para el 12 de diciembre”.
El décimo concurso de artesanías de la huasteca fue organizado por la Sebiso en coordinación con el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) y su objetivo es promover, impulsar y preservar el trabajo artesanal de esta región de Hidalgo.
La artesana Maclovia invita a las nuevas generaciones a aprender el bello arte del bordado y se ofrece a enseñar a todo aquel que desee aprender de manera gratuita, con el objetivo de preservar la cultura y tradiciones de la región.
MO