A dos meses del asesinato de Yanqui Kothan Gómez Peralta, la señora Lilia Gómez, madre del estudiante de la Normal Rural de Ayotzinapa solicitó que las investigaciones alcancen a quienes facilitaron la fuga del elemento que estuvo prófugo durante más de un mes, para que no haya impunidad para ninguno de los involucrados en el caso.
La señora Lilia formó parte de un mitin que estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos realizaron en la entrada oriente de Chilpancingo, justo en el punto en que se generó la agresión de la noche del 7 de marzo.
El acto se desarrolló de manera rápida, con algunas intervenciones muy breves y la colocación de una corona en el punto en que se ubica la cruz con el nombre del joven Gómez Peralta, que estaba por cumplir 23 años al momento de su asesinato.
La madre agraviada, destacó que van dos meses de espera, con la intención de que las autoridades encargadas de administrar justicia apliquen la sanción correspondiente.
Con el rostro cubierto, la señora solicitó que se aplique la pena máxima a los elementos de la Policía del Estado involucrados en los hechos, sanción que aseguró, “resulta poco” ante lo que en realidad merecen.
Retomó la palabras de los compañeros de Kothan, en el sentido de que para el Gobierno de la República, “ser estudiante es un pecado y un delito, pero ser estudiante de Ayotzinapa merece la muerte”.
Ella demandó que se ofrezca una recompensa para que se conozca quienes fueron los mandos que facilitaron la fuga durante más de un mes del policía David “N”, ya que este no pudo salir del radar de las autoridades durante tanto tiempo, si no fue con ayuda de algunos superiores.
En los discursos que dirigieron los representantes de Ayotzinapa, señalaron que lo único que reclaman es que haya justicia y que el caso no quede impune, mucho menos en el olvido institucional.
En tanto, los normalistas rurales que participaron en el mitin se retiraron de la ciudad sin complicaciones.
ksh