La escasez de agua potable hace estragos entre los habitantes de Mapimí y el caso de Catalina Tarín Esparza, mejor conocida como doña Cata, no fue la excepción. Hasta que un día junto con su esposo decidió abrir la tierra de su patio y excavar hasta que encontró un brazo de agua.
Con alrededor de 30 años viviendo en la avenida progreso en la zona centro de Mapimí, ella dijo que siempre se ha batallado por el agua pero ahora el calor se ha recrudecido la situación por lo cual decidió tomar algunas medidas para tener el líquido.
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“Este año ha sido muy canijo por la ola de calor. Este pozo apenas tiene un año, mi esposo lo hizo, quién sabe cuánto le costaría pero es mucho trabajo... A ocho metros estaba el agua. Ahora la gente viene y nos pide el agua, casi llevan más para los animales y ahorita serán unos cinco o seis los que vienen pero les llevan hasta en su casa”.
Cuando doña Catalina afirma que el agua la llevan a los domicilios, se refiere al hecho de que existen hombres que en las cajas de sus camionetas mantienen bidones de hasta mil litros que rellenan para movilizarlos luego con fines de venta. Si bien algunas familias hacen este procedimiento por su cuenta, hay otras personas que ante la crisis del agua, venden el líquido llevándolo a las orillas del municipio.
“La llevan a la Hierbabuena, Loma Blanca, Las Planillas, son de aquí mismo pero una está lejos, como quien dice todo Mapimí. El agua, el galón de mil litros está, llevado hasta allá, pos' depende de lo retirado, en cien o 120 pesos. Si la gente viene en sus muebles son 40 pesos”.
Cuando a la señora se le pregunta qué sabe sobre las acciones municipales para combatir la falta de agua, ella dice que no sabe e incluso aseguró no saber lo que está pasando en otras regiones de su municipio.
“En mi casa somos dos adultos y tres pequeños. No sé cuánta agua usamos, pos aquí la tenemos, no reciclamos porque aquí sale directo, no batallamos. La noria la abrimos hace un año y funciona”.
DAED