Tengo tres preguntas en este momento para la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, ¿no puede?, ¿no quiere? o ¿no tiene la capacidad de asumir los compromisos que dijo públicamente?, cuestiona enérgica María Elena Ríos, la saxofonista oaxaqueña que el 9 de septiembre de 2019 sufrió un ataque con ácido, mientras trabajaba en su agencia de viajes.
La joven tiene muy presente que el 6 de abril pasado Ruben Vasconcelos, Fiscal General de Oaxaca se comprometió públicamente a ejecutar la orden de aprehensión pendiente contra uno de sus agresores, pero el hombre sigue prófugo.
Hasta ahora se han ejecutado cuatro de las cinco órdenes de aprehensión hacia los implicados en el intento de feminicidio, entre ellos un ex diputado priista que se entregó voluntariamente a las autoridades.
Male, como le dice la gente que la aprecia, ha invertido todo el año en enfrentar el proceso legal y en luchar para sanar su piel y su alma. “Mi proceso físico es muy largo y doloroso. A mí me agredieron y me cambiaron la vida a mí y a mi familia. Todo por el ego misógino de una persona que se cree Dios”, dice mientras charlamos en la banca de un parque en la Ciudad de México.
Ese día había viajado más de 300 kilómetros en una carretera llena de curvas hacia la Ciudad de México para acudir a una cita con el dermatólogo para tratar de mitigar las cicatrices en el 85 por ciento de su cuerpo. El láser que utilizaron en la sesión la tenía con el cuerpo rígido, caminaba intentando no moverse de más porque cualquier movimiento brusco le generaba dolor.
Aún así, estaba ahí, cargando su saxofón y dando pasos para reconstruir su vida. Este año para ella transcurrió entre los meses que estuvo internada en los hospitales de Oaxaca y la Ciudad de México y después sin poder recibir de manera adecuada su tratamiento para las quemaduras por la saturación de los hospitales con los pacientes contagiados de covid-19.
“Hay muchas personas principalmente mis papás, mi hermana que siempre me motivaron cada mañana cuando me decía mi mamá: ¡tú eres fuerte!, ¡acuérdate siempre que te levantes, tú eres fuerte!”.
Y sí, María Elena es una mujer que tiene la fuerza, un poder que cuando toca el saxofón siente y hace sentir paz. “La música me ha permitido sobrellevar parte de esta situación la cual no le deseo a nadie, ni siquiera a mis agresores, sin embargo no se debe de confundir ya que ellos se tienen que hacer responsables del hecho tan ruin que me hicieron”.
Esa es otras de sus luchas, los responsables del ataque deben rendir cuentas ante la justicia para que nunca la violencia contra las mujeres quede impune, pero ese es un proceso que también se ha estancado a causa de la pandemia.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca (TSJE), Eduardo Pinacho informó a MILENIO que el proceso legal con los implicados está detenido. “De momento no se puede fijar una fecha porque se concedió un plazo de 4 meses de investigación complementaria, pero ese plazo quedó suspendido por la contingencia sanitaria. Terminado ese plazo el Ministerio Público debe formular su acusación. Luego, se debe conceder al imputado el derecho de contestar esa acusación, para que pueda señalarse la primera audiencia intermedia y hasta después la audiencia del juicio”.
El camino para María Elena aún es largo, pero ella sabe que en el país miles de mujeres están ahí dispuestas a respaldar su lucha por justicia y que los cinco responsables paguen por todo el daño causado.
ledz