El maestro Carlos Hiram Ruiz Pérez acudió a darle el último adiós a su mamá, la maestra Martha Patricia Pérez Martínez, que junto con 14 familiares más, estuvieron en el derrumbe de la iglesia “Santa Cruz", en Ciudad Madero.
Con una fortaleza evidente en medio de un momento complicado en su vida, el joven maestro de educación física acudió a una funeraria del Centro de Tampico a despedirse de su mamá, de quien se siente muy orgulloso.
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Relató que acudieron a un bautizo de un sobrino ambos padres y trece familiares más, así que cuando se enteró acudió hasta la zona cero a levantar escombro.
“Estuvieron en el evento y desgraciadamente el techo se derrumbó, cayó por completo y mamá fue una de las personas afectadas; muchos familiares salieron, nos avisaron, fuimos al apoyo y ayuda para retirar el escombro para liberar a la gente que estuvo ahí atrapada”, relató.
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En algún momento, entre el final de la misa y el inicio de los bautizos, los asistentes a la iglesia escucharon que “algo tronó” y vieron como el techo del templo se vino abajo, concretando la tragedia.
“Salió mi papá, fue uno de los que salió y de mi mamá tuvimos noticias hasta como a las 8 de la noche”, comentó el familiar de cuatro integrantes de su familia que eran velados en la misma empresa funeraria.
Sobre la forma en la cual su papá logró salir de los escombros, comentó, “dice que había como un conducto, claro, las bancas ayudaron mucho. Estaba prensado con una piedra, pero lo lograron sacar, le quitaron la piedra de la pierna, lo entablillaron y sí pudo salir”.
Carlos Hiram aseguró que su padre “comentaba que mi mamá estaba bien porque la había empujado para que no le cayera la piedra, pero ya no supo qué pasó”.
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Hiram recuerda a su madre como una buena maestra, quien con su esfuerzo como directora logró sacar adelante la escuela “Profesor Lorenzo Sánchez Hernández”, en la cual tenía 15 años laborando y era muy querida.
“Era una estupenda directora, hizo crecer esa escuela de la nada, cuando llegó había vacas, estaba en abandono, pero ella fue una de las creadoras de lo que es hoy dicha escuela. Con el apoyo de padres de familia la comenzaron a levantar y ella se daba de corazón hacia su trabajo, lo que generó que fuera una persona muy querida entre sus compañeros”, recordó.
Magisterio da último adiós a maestra Flor Gisela
Los compañeros docentes de la primaria “H.H Fleishman” le dieron su último adiós a la maestra Flor Gisela Ruiz Nieto, que fue una de las víctimas mortales del derrumbe de la iglesia “Santa Cruz” de Ciudad Madero.
Claudia Rosas Marín, gestora de la Coordinación número 8 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y secretaria General Delegacional, acudió a despedir a la maestra Flor a la funeraria.
“Hubo muchas víctimas y es algo para lo que no estás preparado, son situaciones que se presentan que están fuera de tus manos, pero nunca te imaginas que va a pasar en un evento en el cual está reunida toda la familia”, aseguró la maestra.
Recalcó “la familia de la Delegación D1101 de la Zona Escolar 130 del Sector 19 en Tampico estamos de luto porque perdimos a una compañera. Flor Gisela Ruiz Nieto, maestra que trabajaba en la escuela Herman Harry Fleishman turno matutito, es muy lamentable y dolorosa esta situación por la cual está atravesando la familia, nos unimos a la pena que los embarga”.
“La maestra tenía varios años trabajando en nuestra zona y era una maestra que tenía su forma de ser muy peculiar, su forma de ser era muy franca, muy directa, muy buena persona y lamentamos mucho su pérdida”, recalcó Rosas Marín.
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Los maestros llegaron en grupo, se organizaron para llevar coronas y acompañar a las familias de quienes por años fueron sus compañeros de trabajo en las escuelas, en las aulas y con el objetivo de enseñar a los niños.
En la primaria Fleishman, que se encuentra en la colonia Las Américas, en la zona norte de Tampico, la maestra Flor Gisela se ganó el cariño de los estudiantes de sexto grado, que era el grupo que tenía bajo su responsabilidad, pero también de los padres de familia.
EAS