"Aún falta mucho por hacer, para ser un país incluyente"

Arturo Junior Robles a sus 23 años, es un activista de los derechos de la comunidad LGBTTTI y hace un año fundó la iniciativa cultural 'Charlas Sin Etiquetas'.

Fue reconocido el año pasado con el Premio Estatal de la Juventud en la categoría “Inclusión Social”. (Luis López)
Luis Alberto López
Torreón, Coahuila /

Desde su infancia, Arturo Junior Robles García, sentía atracción por otros niños e incluso le llamaba la atención utilizar los vestidos de su madre.

Al llegar a la adolescencia entró en un conflicto existencial porque no veía con lógica esos gustos.

“En la secundaria empecé a cuestionarme e incluso reclamarme sobre en qué momento me iban a gustar las niñas”, recuerda.

Sin embargo, no fue hasta la preparatoria cuando descubrió que era algo normal y que era el camino para ser feliz.

“Cuando entré a la preparatoria me di cuenta que era homosexual y salí del clóset a los 15 años, me propuse a demostrarle a mi familia que no era nada malo y es una decisión para ser feliz”.

Recuerda que su padre fue el primero en enterarse, lo cual llevó a toda la familia a un proceso de aceptación que tuvo como eje principal el amor.

“Mi papá fue el primero que lo descubrió y fue prácticamente porque me cachó ligando, pero agradezco porque esa situación me sacó de una burbuja llena de mentiras. Sufrí mucho, pero el amor que me tiene mi familia fue más grande que los prejuicios”.

Ahora a sus 23 años, Arturo Junior es un activista por los derechos de la comunidad LGBT+ y hace un año fundó una iniciativa cultural conocida como 'Charlas Sin Etiquetas', la cual inició como un proyecto de investigación universitario que se transformó en una serie de pláticas y ponencias.

“Es un proyecto que engloba diferentes temáticas de género y diversidad sexual que nació de una investigación que realicé entre el 2016 y 2017. Tiene la intención de informarle a la sociedad sobre todo este mundo de la comunidad LGBT”.

A la fecha, la iniciativa lleva cinco actividades a lo largo de un año y pasó de 200 personas en la primera edición a 500.

“En la primera edición tenía mucho miedo por los resultados dentro de mi investigación, pues hice encuestas en donde tanto a mis amigos y yo sufrimos violencia verbal y acoso por parte de otras personas. No sabía la reacción que iba tener la gente, pusimos 100 sillas y al final llegó el doble de personas”.

Además de representar una serie de actividades culturales e informativas, 'Charlas Sin Etiquetas' también sirve como una plataforma de apoyo para los jóvenes.

“Se ha transformado en un centro de apoyo, pues hay jóvenes de entre 14 y 15 años que diariamente escriben a la página del proyecto para pedir algún consejo o compartir situaciones complicadas que viven. Tratamos de orientarlos con un profesional”.

Cabe destacar que el esfuerzo de Arturo Junior fue reconocido el año pasado con el Premio Estatal de la Juventud en la categoría “Inclusión Social”.

El activista opina que aunque existen avances en materia de inclusión e igualdad todavía falta mucho por hacer.

“Sobre lo que dijo el presidente y otros gobiernos, sí generan inclusión pero más valen las acciones que las palabras y todavía nos falta mucho para tener un país incluyente”.