El misterio contenido en la Eucaristía, hace más profunda la entrega de las madres del Convento de la Visitación de Santa María en la producción de las finas, blancas y redondas obleas que representan el 'cuerpo de Cristo'.
"Son pequeños discos de pan ácimo, llamado así porque no contiene levadura y eso representa la pureza, de tal forma que la limpieza en la elaboración del pan es muy importante por el respeto a la sagrada forma”, expresó la ecónoma, Celia de Anda Serrano.
Aproximadamente tardan 6 horas en elaborarlas, y aunque es mucho esfuerzo, para ellas es un trabajo artesanal que llevan a cabo desde 1987 dentro del monasterio ubicado en el kilómetro 13 de la carretera Torreón-Matamoros, kilómetro 13, frente al ejido Los Olivos.
Las ocho hermanas que están en este convento realizan también otras actividades, como la confección de adornos religiosos, taller de labores del cual se encarga la religiosa Celia, bajo la supervisión de la madre superiora María Guadalupe López.
Mientras tanto, otras tres monjas entre ellas María Sara, hacen el atole de la mezcla de harina y agua, así como María Asunción, quien apoya en cortar las hostias.
Son las responsables de elaborarlas y de producir diariamente 24 mil.
Dado que la vida de estas religiosas está marcada por la búsqueda continua de Dios, en una vida sencilla de silencio, contemplación, trabajo y oración ante Jesús Eucaristía, que es el centro de sus vidas, elaborar las hostias es un trabajo apropiado para su forma de vida.
"Tenemos gran conciencia de nuestra misión de intercesión, por lo que respetamos a nuestra fundadora Santa Juana Francisca de Chantal, que decía que no debemos hacer productos de vanidad. Era francesa e inició esta congregación en 1610, ya tenemos más de 400 años, su fiesta fue este 12 de agosto y nuestro fundador es San Francisco de Sales, la de él ocurrió el pasado 2 de agosto".
Aseguran que llevan una vida de estilo contemplativo porque no tienen apostolados externos, por eso ejercen el apostolado litúrgico con la fabricación de hostias, ornamentos y en general todo lo que se refiere a la celebración de la Eucaristía.
También, debido a que el monasterio está ubicado fuera del movimiento urbano, abren sus espacios para retiros espirituales y ejercicios para encontrarse con Dios.
"Aquí tenemos una área que prácticamente está sola, pues en estos tiempos faltan vocaciones, aunque hay regiones donde sí hay más, en Torreón y Monterrey se da menos el deseo de convertirse a la vida religiosa y por eso el señor Obispo nos dijo que usáramos ese espacio para retiros y grupos de matrimonios".
No sólo producen las hostias para los sacerdotes y las iglesias donde son consagradas para la comunión, también las buscan mucho los propietarios de librerías, de negocios donde venden artículos religiosos e incluso la misma gente de la comunidad acude por su parte cuando se trata de dar ofrendas en las festividades religiosas o en las primeras comuniones.
"En cuanto al taller de labores, es bueno decir que no somos modistas, tenemos que aclararlo, pero sí hacemos mucha costura, ornamentos, manteles para iglesia, albas, purificadores y no hacemos más de este tipo de artículos porque nos falta personal, pero el otro tipo de trabajos no se nos está permitido hacer, sólo lo más apropiado de acuerdo a la recomendación de nuestra santa madre fundadora".
La madre superiora, María Guadalupe López, consideró que no se puede afirmar que es menos la gente que comulga en estos tiempos y que eso influya en la producción y venta de hostias.
Lo cierto es que este producto lo sigue buscando bastante en este monasterio.
¿QUÉ SIGNIFICA LA HOSTIA?
La hostia, es pan de trigo, pero después de la consagración, es el 'Cuerpo de Jesucristo', con su sangre, su alma y su divinidad.
En la Eucaristía permanecen el olor, color y sabor del pan y del vino, pero su substancia se ha convertido en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo .
Esta conversión se llama transubstanciación. Es el tránsito de una cosa a otra. Es una conversión milagrosa y singular, distinta de las conversiones naturales.
Cristo en la eucaristía está vivo, resucitado: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo lo resucitaré en el último día».
Es por eso que Celia de Anda Serrano, aclara que la hostia consagrada se guarda en la misa y de ahí no sale más cuando se reparte a los fieles.
"Nosotros hacemos la hostia pero no consagrada, las hacemos lo más limpio que se pueda, incluso si se nos cae, la levantamos para hacerla pedacitos, no tiramos la sagrada forma completa, se nos preparó para hacerla con respeto y para desecharla igual, la desbaratamos antes de tirarla a la basura o se la damos a los pajaritos para que se los coman".
Incluso es tal el respeto a la sagrada forma de la hostia, que los trastes que se utilizan en su elaboración nada más son para eso.
"No se usan para otra cosa, una catequista nos preguntó si las vendíamos ya consagradas y la respuesta es que sólo en la misa se consagran. Incluso, alguien nos ha dicho que porque no hacemos un negocio más grande, y la respuesta es que nosotros cobramos pero porque es nuestro trabajo, nuestra forma de subsistir, pero no es una labor comercial".
EVOLUCIÓN DE LAS HOSTIAS
El pan ácimo es sinónimo de prontitud, de diligencia. Dios mandó a los judíos que comieran el cordero pascual de prisa: "Así lo habéis de comer: ceñidas vuestras cinturas, calzados vuestros pies, y el bastón en vuestra mano y lo comeréis de prisa. Es Pascua de Yahveh" (Ex. 12. 11). ¿Por qué tanta prisa? Porque había que salir, cuanto antes, de la esclavitud de Egipto.
A lo largo de La Biblia, la salida de Egipto constituye un signo del poder liberador de Dios, que será interpretado cada vez más como liberación del pecado y de la muerte. Salir de Egipto es dejar atrás toda esclavitud moral o espiritual y caminar hacia una tierra prometida que es espacio de vida y libertad.
Al respecto, la religiosa Celia refiere que la sagrada escritura habla el pan ácimo que no fermentó cuando el pueblo de Israel salió de Egipto.
"Salieron de prisa y el pan no se fermentó, pero son signos simbólicos, tendríamos que hacer cátedra teológica de eucarística sobre las hostias que se convierten en el cuerpo de nuestro Señor".
Sin embargo, dijo que las hostias han sido en todo el tiempo, pero la forma de fabricarlas es la que ha ido cambiando, antes eran "panecitos" manuales.
"Los grupos de catecúmenos hacen su pan ácimo, de hecho ha tocado que aquí en este monasterio en el retiro ellos hacen su panecito manual y se lo hemos horneado, pero ellos sí le ponen algo de aceite, es como una torta, estos grupos son como una comunidad al estilo del principio del cristianismo, lo consagran en la misa y ahí a todos le dan su porción de pan. Es un grupo religioso, está permitido, son católicos, pero tienen la costumbre de los primeros tiempos de la iglesia", expuso.
Sin duda, las hostias han ido evolucionando, "pues antes había panecitos individuales chicos, cada iglesia tenían su forma de hacer las hostias", dijo.
Aunque se elaboran más de forma artesanal en los conventos, en la Ciudad de México hay lugares donde las fabrican con modernas máquinas. Hasta por internet se pueden adquirir.
LEÓN, GUANAJUATO
La religiosas del Convento de la Visitación de Santa María, pertenecen al monasterio de León Guanajuato, de donde ya venían adiestradas en la elaboración de hostias.
"Ya veníamos con la maquinaria. Llegamos aquí en año 1987, llegamos con dos máquinas y nosotros no hemos adquirido maquinaria moderna por razones de que está muy caras, pero a los sacerdotes les gusta más esta forma, están doraditas y de mejor sabor, aunque sólo están preparadas con harina y agua sin levadura", expresó.
A su llegada les consiguieron un equipo americano, pero después cambiaron por las máquinas manuales que les hizo un técnico, quien también las fabricó para el monasterio de Monterrey.
¿CÓMO SE FABRICA LA SAGRADA FORMA?
La ecónoma, Celia de Anda Serrano, explica que primero es hacer el atole y debe ser una sustancia en su punto, ni aguado y ni espeso.
Usan una licuadora grande donde le caben 14 litros de agua y 7 kilos de harina.
"La mezcla debe estar en su punto, pues no debe quedar gruesa porque si no tendría que dársele otro nivel a la placa además tendríamos dificultad en el proceso de cortar la hostia".
La hermana, María Sara, prepara el atole de la mezcla y luego la pone a reposar media hora. Después la bate nuevamente.
El procedimiento siguiente es el de colocar la mezcla en ollas de aluminio para con una cuchara poner una porción a las maquinas.
Las máquinas deben estar a una temperatura de calor idónea, no debe dejarla mucho tiempo en la plancha porque se plasma una mancha oscura si no se cierra rápido, para evitar eso, se cierra casi en automático.
"Aquí tenemos 6 máquinas manuales, con las que podemos preparar por día tres batidos, que nos dan en total 24 mil hostias diarias".
Una vez terminado el proceso, se almacenan en unas cajitas y de ahí al humedecedor, donde duran de dos o tres días, "este procedimiento es lento, en el primero las madres las dejan reposando y se dan su tiempo para voltear las obleas para que no se peguen y luego sigue un segundo proceso de humedecerlas".
Ya húmedas las sacan y es cuando las corta la hermana María Asunción.
"Tenemos todo manual de hecho sí hay maquinaria muy buena, pero son muy caras, en León, Guanajuato nuestras hermanas consiguieron una máquina sofisticada, sólo necesita a la persona que la está operando. Esa máquina bate, tiene como mecanismo una placa grande donde se pone el atole, cierra, quita los bordes de atole que se sale, una especie de manita la toma y la acomoda, de hecho se ocupa todo un cuarto para poner esa máquina. Lo nuestro es rústico, ciertamente es una labor pesada pero nos agrada mucho hacerla".
Cuentan con cortadoras manuales de tres tamaños, una grande de unos 15 a 16 centímetros de diámetro, otra de 8 centímetros y otra 6 centímetros aproximadamente.
En cuanto al tamaño de las hostias, la religiosa Celia dijo que la grande la buscan mucho para exponerlas en las custodias. También en ocasiones las utilizan los sacerdotes para eventos religiosos especiales. En la religión católica, la custodia, es la pieza de oro o de otro metal precioso, donde se coloca la hostia, después de ser consagrada, para adoración de los fieles.
La mediana también es usada para las custodias y la pequeña, es la normal para los fieles, "son por lo general cuatro tamaños, tenemos un cortador que tiene placas con 27 orificios para cortar las hostias en un sólo proceso".
Para que no se doble la hostia las ponen en un recipiente de plástico tipo colador para que se sequen, luego las seleccionan y las embolsan para su venta.
La grande la cortan, luego las colocan en montes y les ponen algo pesado encima para que no se doblen, de esta manera conservan su calidad.
Explicó que la placas tiene grabados, son monogramas litúrgicos, "cuando hicieron las placas pusieron varios modelos diferentes. En los empaques las ponemos en general revueltas".
Las hermanas que elaboran las hostias inician desde muy temprano. A las 4:00 de la madrugada comienzan para terminar a las 10:00 aproximadamente, labor que realizan de lunes a viernes.
"Trabajan temprano por el calor, lo que pasa es que el lugar donde las hacen no tienen aire acondicionado porque vimos que con en un ambiente fresco no funcionaban las máquinas igual".
NO SE AFECTA LA VENTA DE HOSTIAS
La madre superiora María Guadalupe López Ponce, consideró que no se puede afirmar que es menos la gente que comulga en estos tiempos y que eso influya en la producción y venta de hostias.
"Lo que sí vemos es que en esta región hay sus temporadas que baja la venta, por ejemplo en estas vacaciones de verano si disminuye, también en Semana Santa pues la la gente sale mucho, pero en mayo, junio y julio son los meses en que hay muchas primeras comuniones y es cuando más buscan las hostias, también en fechas de algunas festividades religiosas son días buenos para la comercialización de la sagrada forma que aquí fabricamos con todo respeto", dijo.
Informó que cada mes mandan un pedido de 150 hojas a Ciudad Juárez, antes mandaban a Durango, pero ya llegaron unas monjas que ahora las producen en esa entidad y ya no son requeridas las de esta congregación. Tal vez este tipo de situaciones ha mermado un poco su venta y el hecho de que también por internet hay quien las consiga de otros lados.
También mandan algunas obleas a una dulcería de Monterrey, "nos piden paquetes, por eso no sólo en las iglesias son requeridas e incuso muchas parroquias no se conducen igual, tienen su lugar dónde comprar las hostias, pero aquí muchas personas las adquieren para regalar a la iglesias para ocasión de las primeras comuniones o para cuando viene el obispo o en ocasión de otra celebración religiosa, compran una o dos bolsas para las ofrendas", expuso.
En el mes de agosto es poco la venta pero al igual que en otra época del año, las hermanas del convento no paran de producir las hostia, ya que de pronto hay quien las buscan, "pero aquí el procedimiento de venta varía mensualmente, además todo el producto se vende, el recorte también e incluso con los bordes preparamos unos ricos churritos picosos que por lo general no los comercializamos, pero que elaboramos más de las veces para algunos de nuestros visitantes".