María de Jesús Villarreal comenzó hace siete años con un pequeño negocio de gorditas con una particularidad: son cuadradas.
La idea inició a propuesta de un sobrino, ahora en un buen día vende hasta 400.
En el fraccionamiento Ciudad Industrial en calle Estaño, el pequeño puesto recibe clientes desde temprana hora.
No solamente son habitantes de la zona, sino que incluso cruzan la ciudad solamente para desayunar las gorditas cuadradas.
María de Jesús vende al día 20 kilos de masa, cuando se logra colocar pedidos. Pero reconoce que no siempre hay buenos ingresos.
Por lo que respecta a los guisos, dice que no hay secretos para las recetas si no la dedicación.
Su especialidad son las papas con queso, ya que es herencia culinaria de la familia.
Para Villarreal, su mercado se formó no solamente con el tiempo, sino porque con el paso de los años se volvió el consumo de las gorditas una tradición, pero conforme pasa el tiempo los clientes las recomiendan y personas nuevas acuden a su negocio.
Uno de sus logros, es que duranguenses crucen de un lado a otro de la ciudad solamente para desayunar, aunque la clientela fuerte es el personal de las oficinas federales y locales cercanas, incluso los trabajadores de la Fiscalía General de Durango.
"Hay un negocio similar por una familiar, pero no funcionó porque el sazón no era el mismo que el de ahora, y regresó la clientela perdida durante algún tiempo".
Para María de Jesús no hay otra fórmula para la cocina, más que el empeño y la dedicación, que es con lo que ha trabajado en los últimos años.
Lo que se puede recalcar, es que los sabores de los guisos son exactos, ni un solo ingrediente supera al otro. El cocimiento de la masa cambia al de las gorditas que son redondas. Sin duda, una opción que no se pueden perder.