A sus 84 años fallece Don Julio, vigilante del Cañón de Fernández

Don Julio tenía un compromiso desinteresado de cuidar la zona protegida, pues la labor de vigilancia la realizaba sin goce de sueldo.

Don Julio, vigilante del Cañón de Fernández. (Rolando Riestra)
Isis Rábago
Lerdo, Durango /

Julio Limones Gallegos, mejor conocido como ‘Don Julio’ falleció a sus 84 años, originario del ejido Nuevo Graseros, estaba considerando como el líder de los vigilantes del Cañón de Fernández.

En el área del ejido Nuevo Graseros y Loma Verde, Don Julio, se encargaba de cuidar el Área Natural Protegida, y diariamente hacia recorridos en la zona, y si veía visitantes, se acercaba para explicarles la importancia ambiental y las medidas enfocadas en la conservación.

Tenía certificación como guía turística por la Secretaria de Turismo a nivel nacional, pero además desde más de una década estaba reconocido y certificado como presidente de los vigilantes ambientales de este Parque Estatal por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), dependencia federal que lamentablemente lo demandó a principios de año, y para quienes lo conocen, fue lo que llevó a Don Julio a acelerar su muerte.

Gladys Aguirre Balza, integrante de Prodefensa del Nazas, quien desde hace muchos años conocía a Don Julio, lamentó su muerte, pero sobre todo, el trato injusto que recibió en sus últimos días.

Recordó que fue precisamente Limones Gallegos quien en varias ocasiones evitó que los incendios en el Cañón de Fernández, provocados en su mayoría por fogatas mal apagadas, tuvieran consecuencias mayores.

Para quienes desde hace muchos años se han interesado en realizar acciones de protección en el Cañón de Fernández, Don Julio era una pieza fundamental, debido al compromiso desinteresado que tenía por cuidar la zona protegida, pues la labor de vigilancia, la realizaba sin goce de sueldo.

Aguirre Balza explicó que desde antes de iniciar la contingencia sanitaria por el coronavirus, a Don Julio le fue notificada la demanda, debido a que lo acusan de hacer cambios de uso de suelo y fomentar actividades en la zona de manera ilegal, sin embargo, asegura que las acusaciones son injustificadas y sin sustento, por eso un grupo de ciudadanos se dieron la tarea se ayudarlo para enfrentar este proceso.

La tarde del sábado desde el ejido Nuevo Graseros, informaron sobre la lamentable noticia, que deja consternados a la comunidad pues la perdida de este hombre quien en sus últimos años se dedicó a proteger al "Cañón de Fernández" deja un lugar difícil de ocupar.

AARP