Cargando a cuestas la imagen de San Judas Tadeo, los feligreses abordaron las góndolas para ascender al Cristo de las Noas, que desde temprana hora vio crecer la procesión en torno a la reliquia dedicada a apóstol, e intercesor en medio de casos difíciles y desesperados.
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Fue tanta la algarabía en torno a la cuarta edición de la Megareliquia que hasta después de las dos de la tarde, los feligreses continuaban subiendo a través del Teleférico de Torreón.
Así bebés, niños, padres, madres y abuelos pudieron subir al Cristo de las Noas para ser partícipes de las danzas coloridas, de la misa que ofreció el obispo Luis Martín Barraza y por supuesto de la deliciosa reliquia preparada por los estudiantes de universidades de la región.
Aprovechando las recetas ganadoras, se pudo impulsar esta rica costumbre lagunera, donde se prepara alimento para una gran cantidad de personas, la cual se ofrece de manera gratuita luego de que se pide la intersección de un santo o una virgen ante dios.
Tras el milagro o favor recibido se paga la “manda” realizando la fiesta popular con danzas, cantos, rezos, plegarias y compartiendo los alimentos.
De acuerdo a los organizadores, la tradición inició en el Santuario como una promesa en vida del padre José Rodríguez Tenorio, a ella se sumaron las autoridades y universidades, fortaleciendo una acción que promueve el turismo, la cultura y la religión.
El Dato.Deliciosa tradición
Para esta gran comilona cada institución educativa sumó 40 kilogramos de carne hasta alcanzar 240 kilos, aunados a cientos de cajas de pasta para realizar sopa de coditos, de estrellas, fideos que se sirven junto con el asado y el arroz.
La promesa de dejar libre el acceso al Teleférico a todas aquellas personas que llevaran su topper se cumplió.